La ubicación del celular de Fernando Villavicencio fue un enigma durante los meses posteriores a su asesinato. Sin embargo, hoy se reafirma que los familiares lo pusieron a buen recaudo, luego lo entregaron al FBI y ahora lo tiene Fiscalía.
Así lo reveló Christian Zurita, amigo personal del excandidato presidencial, a través del programa “¡Ya nada!, el podcast”, aunque previamente la esposa de Villavicencio, Verónica Sarauz, había dicho una versión similar.
Zurita subrayó que el teléfono de Villavicencio no podía ser entregado de inmediato a las autoridades ecuatorianas porque “era un objeto y motivo de persecución por parte de quienes lo mataron y otros grupos políticos”.
“¿Quién salió primero a decir que se necesitaba el teléfono? Fue Ricardo Vanegas. ¿Para qué? ¿Para conocer las fuentes con que hablaba Fernando Villavicencio? Todos lo querían para eso”, comentó el periodista.
Agregó que actualmente se vive un tiempo en el que es común la filtración de información o que cualquier persona descontextualice una frase.
Por ello, preguntó: ¿Ustedes creen que íbamos a permitir que ese teléfono pase a manos de cualquiera, conociendo que de por medio la Policía puede estar involucrada, la Fiscalía a través de diversos protagonistas puede estar involucrada, y las propias fuerzas políticas podrían tener acceso a un tema tan delicado?
Ante este panorama se decidió no entregar el teléfono y fue puesto a buen recaudo. “Se dijo que no se sabía, que no podíamos, que no sabíamos, porque eso había que hacer para precautelar una de las pruebas más importantes dentro del caso”, confesó Zurita.
Agregó que cuando hubo las condiciones de seguridad, el celular fue cedido al Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés), que a su vez lo entregó a la Fiscalía.