Captar la vida silvestre es el trabajo y la pasión de miles de fotógrafos y videógrafos alrededor del mundo. Gracias a ellos, conocemos un entorno que no es desconocido e inaccesible, pero que a la vez nos genera ternura y mucha curiosidad.
Precisamente, cientos de fotógrafos compitieron recientemente por el premio a la mejor fotografía de la vida silvestre, reconocimiento que entrega anualmente el Museo de Historia Natural de Londres.
Osos, tigres, tortugas y medusas fueron algunos de los objetivos de decenas de camarógrafos que lograron captar con sus lentes las mejores imágenes.
La gran ganadora fue la fotógrafa británica Nima Sarikhani, quien con su lente captó el momento preciso en el que un oso polar dormía una siesta mientras estaba sobre un iceberg en el archipiélago de Svalbard, en Noruega.
La llamativa imagen, además de generar ternura, advierte sobre las consecuencias del calentamiento global en nuestro planeta, de las cuales esta especie es una de las más afectadas.
«La impresionante y conmovedora imagen de Sarikhani nos permite ver la belleza y la fragilidad de nuestro planeta«, señaló Douglas Gurr, director del Museo de Historia Natural, según recoge el medio BBC.
«Su imagen invita a la reflexión y es un claro recordatorio del vínculo integral entre un animal y su hábitat y sirve como una representación visual de los impactos perjudiciales del calentamiento climático y la pérdida de hábitat«, agregó.
Entre 25 fotografías finalistas, la de Sarikhani resultó elegida como la mejor en el premio Fotógrafo de Vida Silvestre del Año.
Esta imagen compitió con la de una tortuga “feliz” en un estanque de los Balcanes, mientras una libélula se posaba sobre su nariz, tomada por Tzahi Finkelstein.
Además, otra de las fotografías que fue catalogada como “Altamente Recomendada” fue la de dos leonas acicalando a un cachorro en Maasai Mara Mar, Kenia. La tierna imagen fue captada por Mark Boyd.
A su vez, Jellys de Audun Rikardsen logró fotografiar dos medusas en aguas de Tromso, al norte de Noruega, mientras una aurora boreal iluminaba el maravilloso entorno.
Las imágenes son compartidas en la página web del Museo de Historia Natural de Londres y presencialmente hasta el 30 de junio de este año.