China es el actor oculto en la operación del bloque 43-ITT. La empresa CDCC, subsidiaria de CNPC, también china, proyectó una inversión de 148 millones de dólares. El financiamiento es otorgado por la misma compañía, con una tasa anual de 6,37 por ciento, según el informe sobre actividades de empresas chinas en nueve países de la región, del Colectivo sobre Financiamiento e Inversiones Chinas, Derechos Humanos y Ambiente (CICDHA). Varios sectores ven con preocupación el anuncio presidencial de extender el plazo para el cierre de las operaciones del bloque petrolero. En agosto de 2023, la mayoría de votantes decidió dejar el crudo bajo el subsuelo de esa zona. El plazo para el cierre vence en agosto de 2024.
En agosto de 2023, el 59 por ciento de ecuatorianos votó a favor de dejar el petróleo bajo el subsuelo del bloque 43, conocido como ITT, en el Yasuní. En ese grupo de votantes se encontraba el entonces candidato presidencial Daniel Noboa. Han transcurrido apenas cinco meses; el escenario cambió. El último lunes de enero, Noboa –hoy presidente- anunció la posibilidad de aplazar el cierre de las operaciones del bloque. Éste debería cumplirse en agosto de 2024. Ahora está por verse; no está dicha la última palabra.
El estallido de la violencia, que tuvo su clímax el martes nueve de enero, provocó que el gobierno de Noboa declarara la existencia de un conflicto armado interno en el país. Es una declaratoria de guerra contra el terrorismo, identificado en 22 grupos narcodelictivos.
Aplazar el cierre de operaciones del bloque 43 permitiría un alivio económico al Gobierno, que busca financiar la decisión adoptada en materia de seguridad.
El anuncio sorprendió a más de uno. Especialmente, a los grupos de la sociedad civil que realizan vigilancia y monitoreo sobre proyectos extractivistas en la Amazonía.
“Por la dinámica del conflicto armado, otra de las víctimas del narcotráfico es el Yasuní. Es paradójico, el pueblo votó por la consulta; era una medida de reparación hacia los colectivos que hace diez años plantearon la iniciativa. Aplazar el cierre del bloque es un anuncio grave para la sostenibilidad democrática, en el marco de condiciones de lo que implica declarar un conflicto armado interno”, advierte Sofía Jarrín, asesora de Incidencia Internacional de Amazon Watch.
Esta organización integra el Colectivo sobre Financiamiento e Inversiones Chinas, Derechos Humanos y Ambiente – CICDHA. Se trata de una iniciativa de la sociedad civil, que arrancó hace más de seis años, explica Jarrín. “Documentamos de forma sistemática las inversiones chinas en América Latina”. El grupo articula a organizaciones de nueve países, incluido Ecuador.
En julio de 2023 el colectivo CICDHA presentó el informe sobre “Actividades empresariales chinas y derechos humanos en América Latina: Casos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela”. Esto, en el contexto del Cuarto Ciclo del Examen Periódico Universal de las Naciones Unidas a la República Popular China.
China ratificó el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “en el marco de ese documento se desprenden obligaciones en temas de derechos humanos”, explica la experta.
El informe del colectivo presenta el resultado del monitoreo a 28 proyectos, en los que participan 28 empresas domiciliadas en China y al menos ocho bancos chinos. “Se desarrollan en territorios de nueve países de América Latina: Argentina (tres); Bolivia (cuatro); Brasil (uno); Chile (dos); Colombia (uno); Ecuador (ocho); México (dos); Perú (cinco) y Venezuela (dos).
Los proyectos comprenden los sectores de minería (14), hidroeléctricas (cinco); hidrocarburos (cuatro); infraestructura (dos); industria agroalimentaria (dos) y energía (uno)”. Sofía Jarrín explica que la cantidad de proyectos ecuatorianos analizados refleja la actividad de los grupos de la sociedad civil.
La explotación de petróleo en el Yasuní es analizada en el marco de este estudio. Y hay hallazgos, preocupantes.
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Los problemas del ITT
Las observaciones del informe se focalizan en uno de los campos del bloque 43, llamado Ishpingo Tambococha Tiputini, ITT. Este bloque, cita el informe, se encuentra en las inmediaciones del territorio de la nacionalidad indígena waorani y el parque Yasuní, reconocido por la Unesco como reserva de biósfera.
“De los tres campos que conforman el ITT, Ishpingo es el área más sensible, tanto por la vulnerabilidad de los pueblos indígenas que habitan en este territorio, como por la potencial afectación de la riqueza ecosistémica del Yasuní y su vital contribución en el equilibrio del clima global”.