Saltar al contenido

La Tienda Radio FM

Sommerfeld: «Estamos buscando la persona de confianza del presidente» para la embajada en EE. UU.

  • por

Las relaciones bilaterales juegan un papel importante en el desarrollo del país. Por ejemplo, la cooperación en seguridad con Estados Unidos o en materia de migración con México o la relación comercial y política con la Unión Europea.

Cuatro meses después de su posesión, la canciller Gabriela Sommerfeld habló sobre el estado y los avances de la cooperación y diálogos en distintas materias. Así como las reacciones de diferentes gobiernos e instancias frente a lo que sucede en Ecuador.

La titular de la diplomacia ecuatoriana contó, por ejemplo, que el Gobierno no mantendrá la intención de abrir un consulado adicional en México, como estaba previsto, para atender la crisis migratoria. Y que el Gobierno aún busca a su próximo embajador en Washington

También aceptó que el ofrecimiento del presidente Daniel Noboa, de alcanzar la exención de la visa Schengen para ecuatorianos es difícil de concretar, porque la ventana de oportunidad pasó, cuando el expresidente Rafael Correa decidió no aceptarla.

A continuación, los detalles de la conversación de la canciller Sommerfeld con PRIMICIAS:

Después del episodio de la ‘chatarra rusa’, ¿cómo quedó la relación con Estados Unidos, uno de los socios más importantes del país?

Mantenemos una buena relación con Estados Unidos, está en su mejor momento. Tenemos varios acuerdos de cooperación que han entrado en vigencia recientemente y estamos en plena implementación. Tenemos otros que estamos buscando. Y falta todavía un largo camino en materia comercial.

Tenemos una vasta agenda, particularmente, en cooperación y fortalecimiento institucional. Y en materia de cooperación en seguridad son muchos proyectos, se sigue con un diálogo muy amable, muy fluido, muy cordial y de amistad, como históricamente se ha tenido con Estados Unidos.

Sobre la trilogía de acuerdos de seguridad con Washington, ¿hay avances en esa implementación?

Se están creando los procesos, los procedimientos. Mirando los detalles que faltan para empezar a actuar, dentro del marco de lo que cada acuerdo tiene en su alcance.

Al ser una relación tan importante, ¿qué pasa con la nominación del nuevo embajador ecuatoriano en Estados Unidos? ¿Por qué dejarla a manos de una «encargada de negocios»?

Sí, estamos justamente en ese proceso de mirar la persona de confianza del Presidente para poder solicitar el beneplácito a Estados Unidos nuevamente. Pero no es algo que condiciona la relación o que entorpece la relación entre los dos países. 

La comunicación está fluida, esto fue parte de la agenda, cuando nos sentamos a conversar sobre cómo va el proceso de solicitud del beneplácito.

Pero, tener un embajador eleva el nivel y la fluidez de la relación…

Por supuesto que sí. La idea nunca ha sido no tenerlo. No está dentro de las opciones no tener un embajador Washington. 

Entonces, ¿para cuándo habría una nueva nominación? ¿No es urgente para el Gobierno?

Los tiempos dependen del Ecuador. Así el Ejecutivo tenga el día de hoy la persona elegida, no puedo dar los nombres porque la Convención de Viena pide que se respete la llegada del beneplácito de los países para que uno pueda difundir el nombre. 

Todavía hay que tener un poquito de paciencia, que la noticia ya va a llegar.

En su último encuentro con el secretario de Estado, Antony Blinken, ¿pudieron conversar sobre la solicitud de que Washington brinde un estatus de protección temporal a los ecuatorianos irregulares?

Esa es una figura que es potestad unilateral de Estados Unidos. De hecho, que Ecuador la pida o no, no cambia. Porque no existe un proceso que se debe seguir para obtener este estatus.

Sin embargo, siempre se trata de esto. Las autoridades ecuatorianas permanentemente tienen reuniones en Departamento de Seguridad Nacional, hemos enviado a nuestro viceministro, hemos hecho solicitudes a través de diferentes figuras e instituciones, para contar con ese apoyo propio.

El objetivo es que se pueda extender a los ecuatorianos que están en forma irregular en Estados Unidos esta protección temporal, mientras dura este estatus de conflicto armado interno que tenemos en Ecuador.

Otra arista de la crisis migratoria está atravesada por la relación con México. El embajador Francisco Carrión llevaba adelante el trámite para abrir un nuevo consulado en Tapachula, debido a que la mayoría de accidentes y problemas con los migrantes se dan en el sur del país. ¿Cómo avanza ese proceso?

Las cifras son escalofriantes. Hay muchos ecuatorianos que intentan llegar a Estados Unidos a través de México. Justamente, con la misión que llegó de México se mantuvieron reuniones (el jueves 21 de marzo) y uno de los temas que se topó fue la migración. 

Nuestra inquietud era el estatus de los ecuatorianos en México. Y están muy bien estructurados los programas y el apoyo hacia los migrantes. El ecuatoriano solicita un estatus para tener un permiso de trabajo durante dos años, que puede ser revalidado. Los niños reciben escolaridad, vacunación. 

Es decir, hay una atención a los hermanos ecuatorianos que no logran llegar a donde desean llegar y se quedan en México.

No se tiene prevista ninguna apertura de consulados nuevos en ninguna parte.

Con México también hubo una tensión, por la permanencia del exvicepresidente Jorge Glas en su misión diplomática en Quito. ¿Sigue este siendo un tema de conversación con el gobierno de Andrés López?

Hay una comunicación abierta, cordial y fluida. Con la canciller Alicia Bárcena hablamos la semana pasada y se acordó el envío de la misión que llegó el miércoles (20 de marzo) para conversar. 

México expone su posición y Ecuador sostiene la suya. 

Seguimos en mesas de diálogo, en conversaciones. Estamos enviando una documentación y este proceso todavía sigue. No hay una definición. 

Son importante las negociaciones bilaterales que se tienen en esta materia. Y recordemos que no es Cancillería quien decide qué se hace, cómo se hace, por qué se lo hace. Si no que Cancillería es el canal diplomático, que está trasladando a la información que recibe de diferentes instituciones.

La Cancillería estaba llevando a cabo un análisis sobre las cifras de cooperación internacional que ha recibido el país, especialmente las que no se han concretado. ¿Cuál es el siguiente paso al respecto?

Estamos a la espera de que se apruebe el presupuesto del Estado, para ya se puede implementar el Viceministerio de Cooperación. Entonces, esto no se va a demorar más de 30 días.

Esto no implica que ingrese una sola persona más a la Cancillería ni que tampoco haya un incremento del gasto o del presupuesto que se tenía. Simplemente, se han reasignado los recursos financieros y humanos. 

Sobre la materia de cooperación, se han seguido haciendo los trámites para que continúe aterrizando esta cooperación internacional. Producto de ello, esta tarde está firmando la línea interconexión entre Perú y Ecuador, con autoridades de la Unión Europea, que estuvo parada por mucho tiempo.

El presidente Noboa ofreció, después de su elección, que su gestión en la Cancillería sería conseguir la exención de la visa Schengen para los ecuatorianos. ¿Cómo está el panorama?

La relación con España, Francia, Alemania, Holanda, Hungría, en general con todos los países de la Unión Europea, es muy buena. Hay mucha cooperación. Pero también estamos claros que hace un año la exención tampoco iba a salir y no es que sea un tema olvidado. 

La ventana de oportunidad no está ahí y se trata de ventanas de oportunidad.

El Ecuador fue invitado a ser parte de esto, años atrás, y no supimos tomar la opción. Y ese era el momento. Ahí existía la ventana de oportunidad. 

Adicionalmente, tenemos un rechazo de solicitud de visas alto. Y estas estadísticas de rechazo tienen que bajar. Pero la Unión Europea va a poner un sistema de visado electrónico y eso nos va a ayudar a evitar que haya estos tramitadores, que son quienes ponen los documentos falsos y provocan que las visas sean rechazadas.

Entonces, es un proceso que está en la agenda. Pero que no podemos dar fechas, porque no depende únicamente del Ecuador.

¿Hay algo más que el Gobierno pueda hacer para acercarse a ese objetivo?

Sí. Estar en alerta siempre, estar pidiendo apoyo a los países miembros de la Comunidad Europea, que siempre se lo hace todas las reuniones que tenemos. Pero también esperar a que esa ventana de oportunidad se abra, para poder actuar en ese momento.

Finalmente, ¿cuáles fueron los resultados concretos de su reciente gira por Austria y Corea del Sur?

Fue una gira muy productiva. En el caso de Viena, teníamos la 67 Conferencia de Estupefacientes, donde participan todos los países miembros de la ONU. Ahí expusimos cuál era la situación del Ecuador, cuáles eran las principales decisiones que el presidente Daniel Noboa había tomado y cuál era el resultado de estas decisiones en un corto tiempo.

Se habló de que la solución a este problema no puede ser sostenible a menos que, a la vez, se trabaje en una creación de oportunidades para que la gente se pueda emplear, estudiar. 

Tuvimos varias reuniones bilaterales y también con diferentes agencias de la ONU, donde se trató materia de cooperación.

Por otro lado, viajamos a Seúl y participamos del Foro para la Democracia, donde nuevamente se habló del importante rol de la defensa de un Estado de derecho, los derechos humanos y el derecho humanitario internacional.

Contamos que hemos iniciado un proceso, que no sabemos qué tiempo nos va a tomar, para devolver la seguridad y los derechos de los ciudadanos. Se puso en perspectiva la situación y la decisión política del presidente Noboa para retomar control sobre el país. 

Tuvimos una reunión bilateral con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y otra con el canciller de Corea del Sur, así como con todas las agencias de cooperación de ese país. Y recibimos una donación de 300 becas para estudiantes ecuatorianos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *