El presidente de la República, Daniel Noboa, anunció este 10 de diciembre de 2024 que los cortes de luz en Ecuador se suspenderán a partir del 20 de diciembre, una promesa que depende de que llueva en las próximas semanas y de que entren en operación la generación termoeléctrica prevista en El Salitral y la del complejo hidroeléctrico Toachi Pilatón.
En este momento, la oferta de electricidad de Ecuador es de alrededor de 3.500 megavatios (MW), entre la generación hidroeléctrica, la generación térmica y la importación de Colombia, que en lo que va de diciembre ha entregado un promedio de 402 MW por día.
La generación hidroeléctrica, que ahora es de solo unos 2.000 MW, ha estado sostenida en los últimos días por un incremento en la producción de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que en la tarde de este martes estaba entregando 700 MW, pero, aún está lejos de su potencia máxima de 1.500 MW.
No obstante, el país requiere alcanzar cerca de 3.900 MW para cubrir la demanda actual, explica el experto eléctrico Ricardo Buitrón. Debido a ese déficit de energía de 400 MW aún continúan los cortes de luz de tres horas diarias.
La meta del Gobierno es lograr cubrir ese déficit hasta el 20 de diciembre y suspender los racionamientos eléctricos. Para ello, será necesario que se cumplan algunas variables: condiciones meteorológicas favorables para mantener los embalses en buenos niveles, que comiencen a producir las nuevas generaciones eléctricas contratadas y que Colombia continúe vendiendo electricidad a Ecuador.
Un sistema vulnerable
«El sistema eléctrico es muy vulnerable, dependemos de los caudales en las centrales, fundamentalmente las de la región oriental», dice el experto eléctrico Ricardo Buitrón, en referencia a las centrales hidroeléctricas Coca Codo Sinclair y las del Complejo Hidroeléctrico Paute.
Buitrón explica que, con base a los registros de los últimos 60 años, en la cuenca oriental se presentan caudales inferiores de octubre a marzo, por estar en período de estiaje. Sin embargo, esto puede variar debido al cambio climático, podrían presentarse estiajes más severos o caudales mayores en esta época. Por eso, para el especialista, la decisión anunciada por el Gobierno es de alta incertidumbre.
«La ventaja es que en el embalse de Mazar se han acumulado unos 15 millones de metros cúbicos para utilizarlos cuando sea el momento más adecuado», dice el experto. Y añade que probablemente eso ayude a producir energía en los últimos 10 días de 2024, una vez que se suspendan los cortes, pero siempre que se mantenga ese volumen de agua acumulado.
A las 17:00 de este 10 de diciembre, la cota de Mazar, el embalse más importante para el sistema eléctrico, estaba en 2.114,28 metros sobre el nivel del mar (msnm), un nivel que sigue siendo bajo si se toma en cuenta que su nivel máximo es de 2.153 msnm, para el funcionamiento óptimo de sus centrales.
Probabilidad de lluvias
Según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), la probabilidad de lluvias se incrementará a partir del jueves 12 de diciembre, por un aumento en la humedad de la atmósfera, que se mantendrá hasta finales de diciembre.
«No quiere decir que lloverá las 24 horas del día, por lo general, hay lluvias durante la tarde y noche en la Sierra y Amazonía», explica Cristina Argoti, analista en pronóstico meteorológico del Inamhi.
Según Argoti, esto podría ayudar a que el embalse de Mazar, ubicado en el Austro, se mantenga en los niveles actuales o suba un poco, debido a las grandes dimensiones de este embalse.
Adicionalmente., explica Argoti, entre el 18 y el 20 de diciembre, Ecuador tendrá la incidencia de la onda tropical Madden-Julian, que al haber humedad provoca que los vientos converjan en un mismo punto y se formen nubes de mayor altitud, ocasionando precipitaciones más intensas, con ráfagas de viento e incluso tormentas.
Argoti añade que esas lluvias de mayor intensidad podrían presentarse hasta finales de año, por la presencia de la onda tropical en la atmósfera. Sin embargo, aclara que «la atmósfera es dinámica y caótica, y puede cambiar de un momento a otro».
Generación adicional
El cumplimiento del ofrecimiento del Gobierno también depende del ingreso de nueva generación eléctrica, como los 68 megavatios (MW) del complejo hidroeléctrico Toachi Pilatón, ubicado entre Santo Domingo, Pichincha y Cotopaxi, que deberían entregarse desde el 15 de diciembre.
Para ello, comenzará a operar una de las tres turbinas de la central hidroeléctrica Alluriquín, la más grande del complejo. La segunda turbina, también de 68 MW, deberá entrar en operación en enero de 2025 y la tercera, de otros 68 MW, en febrero. En total, Alluriquín producirá 204 MW de electricidad.
Adicionalmente, 100 megavatios en el proyecto Energía Térmica Terrestre Salitral, al oeste de Guayaquil. Para esa generación, ya se cuenta con 23 motores de generación termoeléctrica, de la contratista estadounidense Progen.
Según la empresa, los equipos están siendo calibrados, y aún están por llegar, vía marítima, equipos complementarios que permitirían iniciar la instalación. La fecha prevista para comenzar a instalar los motores es el 15 de diciembre. Y para la tercera semana de diciembre iniciarían las primeras pruebas.
Los 23 motores servirían para producir 80 MW. Aún faltarían embarcar seis motogeneradores adicionales para completar los 100 megavatios.
Progen también tiene a su cargo la instalación y operación de 20 generadores térmicos en tierra, en la ciudad de Quevedo (Los Ríos), para la generación de 50 MW. Pero, aún no hay fecha para la llegada e instalación de estos motores.