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Quito soportará constantes cortes de agua hasta 2026

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Los recurrentes cortes de agua se han convertido en un calvario con el que los habitantes del sur de Quito, y de las parroquias de Conocoto, Calacalí, San Antonio y Calderón, lidian todos los días.

El incumplimiento en el cronograma de racionamiento, elaborado por la Empresa de Agua Potable (Epmaps), provoca que miles de habitantes de esos sectores se queden sin el servicio de un día para otro y sin la posibilidad de almacenar agua para soportar los cortes, que pueden durar hasta tres días seguidos.

En las últimas semanas, este problema se extendió hasta otros sectores de la ciudad, como Tumbaco, La Merced y Alangasí, donde sus habitantes también reclaman cortes imprevistos y ausencia de tanqueros municipales.

Polo Yánez, subgerente de agua potable de la Epmaps, reconoce que los cortes de agua en la ciudad están lejos de terminar.

“Tengo que ser muy honesto y decir que el racionamiento va para largo”.Polo Yánez, subgerente de la Epmaps

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El funcionario detalla que la suspensión del servicio en barrios del norte y sur de la ciudad, además del valle de los Chillos, se extenderán, al menos, hasta 2026.

En algunos sectores de Guamaní o Quitumbe, en el sur, hay falta de agua porque los 750 litros por segundo que produce la planta El Troje no son suficientes para satisfacer la demanda de sus más de 15.000 habitantes.

“El crecimiento exponencial que ha tenido la ciudad, en el norte y en el sur, no estaba previsto y una de las consecuencias es la falta de agua”, agrega Yánez.

Una situación similar se prevé que ocurra en Calderón, Calacalí y San Antonio. 

En estas tres populosas parroquias del norte de Quito también habrá cortes de agua hasta 2026, mientras el Municipio construye una planta de potabilización para abastecer a sus más de 300.000 habitantes.

Tres proyectos para evitar cortes de agua

El Municipio de Quito asegura que trabaja en la construcción de tres proyectos para solucionar la falta de agua en la ciudad.

  • Construcción de una planta potabilizadora de agua en Calderón para dotar de 1.000 litros por segundo a barrios de esa parroquia, de San Antonio y de Calacalí.
  • Repotenciación de la planta El Troje para aumentar su capacidad de 750 litros por segundo a 1.500.
  • Construcción de una línea de conducción desde la planta de Palugillo hasta La Merced con 140 litros por segundo.

Polo Yánez, de la Epmaps, dice que el Municipio invertirá alrededor de USD 28 millones en las tres obras, que se terminarán de construir en 2026.

“Con estos proyectos esperamos solucionar la falta de agua en la ciudad”, promete.

E insiste en que los cortes del servicio se mantendrán hasta que las tres plantas operen a su máxima capacidad.

Incluso, advierte que el racionamiento afectará a barrios que no estaban contemplados en el cronograma.

“Esto se debe a la complejidad que significa manejar las redes de distribución. Además, hay barrios que se quedan sin agua porque hay roturas en la red porque fueron construidas hace 40 o 50 años”, explica Yánez.

Mientras el Municipio avanza en la construcción de las soluciones definitivas, hay negocios que registran pérdidas por la falta de agua.

Uno de ellos es el de Patricia Toscano. El 31 de julio de 2023 no pudo abrir su restaurante, ubicado en Conocoto, pues no tuvo agua desde la mañana.

“Si no abrimos un día, perdemos unos USD 120 porque dejamos de vender almuerzos y otros platos en la noche”, dice.

Esta mujer pide al Municipio que cumpla el cronograma de racionamiento para saber qué días podrá atender su negocio.

Un restaurante cerrado en Conocoto, el 31 de julio de 2023.

Conexiones clandestinas y alto consumo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que una persona necesita alrededor de 100 litros de agua diarios para satisfacer sus necesidades.

En Quito, sin embargo, ese consumo llega a 140 litros y en verano puede sobrepasar los 200.

La Epmaps ha identificado que gran parte de esa agua se desperdicia en actividades como el lavado de autos, higiene personal y actividades de riego.

“Una persona que deja abierta la llave mientras se lava los dientes desperdicia más de cinco litros”, dice el subgerente de la Epmaps, Polo Yánez.

A todo esto se suma que la Epmaps ha encontrado más de 10 conexiones clandestinas en lo que va del año.

“En algunas fincas hay conexiones ilegales que las usan para actividades de riego y eso no puede ser”, se queja el funcionario.

Y adelanta que el Municipio intensificará campaña de comunicación para que la ciudadanía reduzca el consumo de agua.

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