Que un partido de derecha llegue a acuerdos políticos con uno de izquierda no siempre es muestra de madurez política. Que sus líderes compitan ácidamente por el mismo electorado, pero mantengan sólidos vasos comunicantes al menos llama la atención. ¿Qué une tanto a Jaime Nebot con Rafael Correa?
La historia parece repetirse. En 2021 el entonces presidente electo Guillermo Lasso, ávido de lograr una mayoría parlamentaria, aceptó reunirse -en casa de su vecino Henry Kronfle– con los dos líderes más importantes de las últimas dos décadas: Jaime Nebot y Rafael Correa.
Así lo comentaba el desaparecido portal 4Pelagatos: “El premio supuesto para Lasso era construir una aplanadora legislativa con cerca de 80 votos. Pero debía asumir los costos: ser cómplice de una metida desvergonzada de mano a la justicia, blanquear el expediente judicial del exjefe de un gobierno autoritario y corrupto y, supuestamente, lograr cambios modernizadores en el país”.
Romper el acuerdo le significó a Lasso, empezar a gobernar con dos fuertes bancadas enemigas en la Asamblea y sostenerse con frágiles acuerdos con otras agrupaciones, entre ellas Pachakutik e ID. De su lado, correísmo y socialcristianismo “reforzaron su alianza para cobrar, y cobrar caro, por haberse quedado con la bata alzada”, añadieron los Pelagatos.
En una de sus alocuciones, el presidente Lasso, dijo: “El señor Correa y el señor Nebot, juntitos estos mellizos, desde el primer día de mi gobierno están viendo cómo desestabilizan la democracia”.