Guillermo Lasso tuvo que pasar tres procesos electorales para lograr la Presidencia de Ecuador y ahora deja su mandato de manera anticipada, tras declarar la disolución de la Asamblea Nacional y convocar a votaciones, lo que se conoce como el mecanismo de muerte cruzada.

Permaneció más de 900 días en el poder, un tiempo marcado por la inestabilidad política que, según él, no le permitió sacar adelante algunas de sus propuestas de campaña. Lasso, quien empezó su gestión con un exitoso plan de vacunación, cuya estrategia se esperaba que se traslade a la reactivación económica y la seguridad, deja un país con indicadores a la baja.

La tortuosa gobernabilidad quizás empezó en mayo del 2021, cuando se vino abajo el pacto entre el correísmo, los socialcristianos y el movimiento CREO, liderado por Lasso. Henry Kronfle (PSC)no fue elegido como presidente de la Asamblea de ese periodo y en su lugar llegó Guadalupe Llori, de Pachakutik.

Luego se destapó los Pandora Papers, un escándalo que involucra a 35 presidentes con paraísos fiscales, entre ellos Guillermo Lasso. Él demostró que no tenía cuentas en otros países, pero eso sirvió a la oposición como motivo para impulsar el primer intento de destitución.

En junio del 2022, el movimiento indígena y otros grupos sociales lideraron el paro nacional por el alza del precio de los combustibles, lo cual motivó a que el correísmo iniciara una solicitud para destituir al presidente, pero no se concretaron los votos.

A esto hay que sumarle la consulta popular fallida, los cuestionamientos por el caso María Belén Bernal y la violencia criminal sin precedentes tanto dentro de las cárceles como en las calles, cuyo punto máximo fue el asesinato de Fernando Villavicencio.

Otro hecho que marcó el mandato de Lasso fue el caso de presunta corrupción que inspiró un juicio político en su contra, lo cual derivó en la muerte cruzada. Él ofreció materializar sus propuestas una vez que disolvió la Asamblea, pero la Corte Constitucional solo le aprobó dos decretos ley.

Y para finalizar, una crisis energética que desembocó en cortes de luz a nivel nacional. Lasso se va del poder con el 12,29% de aprobación, según la encuestadora Perfiles de Opinión.

Por otra parte, Polibio Córdova de la encuestadora Cedatos dice que la economía atraviesa un momento difícil, que también le toca asumir al próximo Gobierno. Según datos del Banco Central, el ​​​​Producto Interno Bruto (PIB) del Ecuador durante el 2023 bordea el 1.5% y para el próximo año se pronostica un crecimiento de un 0.8%.

Mientras que 127 mil ecuatorianos han salido del país durante el 2023 y no han vuelto, lo que a su vez podría aumentar las remesas que en el 2022 llegaron a 4.753 millones de dólares, cinco veces más de lo que es la inversión externa.

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¿EN UNA BURBUJA?

Grace Jiménez, consultora política, menciona que el mandatario saliente demostró inexperiencia, improvisación y desconocimiento. Tampoco tuvo un buen operador político, que genere un gran acuerdo en la Asamblea y, por el contrario, se abrieron varias frentes en su contra.

“La falta de liderazgo del presidente Lasso dejó al Ecuador en una de las peores crisis políticas, sociales, económicas y migratorias”, afirma Jiménez, quien incluso lo cataloga como uno de los peores gobiernos de la historia democrática del país.

Menciona algunas cifras: 468 privados de la libertad asesinados dentro de las cárceles, 189 mil personas salieron del país entre 2021 y 2022, 1 millón al día paga el sector exportador para cuidar su mercancía, más de 43 mil niñas y adolescentes son madres.

Así mismo, más de 500 mujeres han sido asesinadas en los últimos dos años, pese a que el presidente Lasso había prometido una política de cero femicidios.

“Otro de los grandes problemas es que no ve la realidad. Lasso vive en una burbujarodeado de sus coidearios y ministros”, afirma Jiménez.

De la misma manera, Vanessa Velásquez, experta en derecho laboral y seguridad social, indica que el Ecuador ha vivido 900 días trágicos durante el gobierno de Lasso, puesto que no existió una política económica que vaya de la mano de los temas laborales.

“El Ministerio del Trabajo ha sido prácticamente un fantasma”, señala la analista, quien recuerda que solo se han emitido dos acuerdos ministeriales en el periodo de Patricio Donoso, titular de esa cartera de Estado.

Por otra parte, explica que el aumento de 25 dólares en el salario básico cada año, ha generado una crisis laboral, que se evidencia en el incremento de la informalidad.

“La mitad de la población económicamente activa en este país no tiene empleo pleno, no accede a seguridad social, no tiene beneficios de ley, y eso hace que tengas una crisis en otra entidad importante como es la seguridad social”.

Agrega que la política económica, laboral y seguridad social tienen que ir de la mano y eso no sucedió. “No hemos visto trabajo interinstitucional”.

En cambio, Sebastián Corral, secretario de la Administración Pública, dijo en el programa ‘Políticamente Correcto’ de Ecuavisa que “desde ningún punto de vista el Gobierno del presidente Lasso ha sido un fracaso”.

Aseguró que se ha instalado una narrativa en redes sociales y eso ha perjudicado el mandato. “Sin duda alguna ha habido errores, pero los que nos equivocamos es porque hacemos cosas, no porque no se hace nada”.

Corral opinó que se inició un boicotdesde que Lasso rechazó el pacto con el correísmo y el PSC. Además, aceptó que uno de los mayores errores fue la comunicación.

Por su parte, Guillermo Lasso ha destacado en varias intervenciones que uno de sus mayores logros ha sido la reducción de la desnutrición crónica infantil. Incluso en un video de despedidaafirmó que por esos 20 mil niños salvados de la desnutrición, su gobierno tiene sentido.

Sobre la crisis económica, el presidente saliente señala que se ha mitigado. «Pensar que uno cambia de una extrema crisis económica a una situación de bonanza fiscal no es realista».

Agregó que deja iniciadas negociaciones con República Dominicana, Panamá y Canadá. «Ese es un paso importante porque los productos exportables que tenían un acuerdo comercial o preferencias arancelarias no eran más del 30%, lo dejo con el 61%«.