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Cómo se explica el fulgurante triunfo de un outsider millonario de 35 años, casi sin experiencia política? Daniel Noboa fue electo el domingo como el presidente más joven de un país sacudido por la violencia del narcotráfico, que pide un cambio a gritos.

Heredero de un imperio del banano, obtuvo el domingo el 52% de los votos sobre el 48% de la izquierdista Luisa González, alfil de expresidente Rafael Correa (2007-2017), y propinó así un inusitado golpe a sus aceitadas fuerzas socialistas.

Fue el segundo revés consecutivo del «correísmo» en unas presidenciales en los últimos seis años. Antes, ya había visto esfumarse mediante una consulta popular una de sus reformas constitucionales más controvertidas: la reelección indefinida.

Correa, que se vanagloria de haber triunfado más de una docena de veces en las urnas, está exiliado en Bélgica desde el fin de su gobierno. Fue acusado de corrupción y condenado a ocho años de cárcel en ausencia.

Para su movimiento Revolución Ciudadana, caer ante un outsider es una «derrota significativa», dice a la AFP el politólogo Santiago Cahuasquí, de la Universidad Internacional SEK.

La victoria de Noboa «es la ratificación de que el correísmo está sufriendo un proceso de desgaste», asegura.

Estas son tres claves de la victoria de Noboa:

1. CAMBIO

Autoproclamado de centroizquierda y apoyado por fuerzas de derecha, Noboa encarna para algunos analistas el clamor de cambio de un electorado hastiado de la dicotomía entre correísmo y anticorreísmo, y de la impopularidad del saliente gobierno de Guillermo Lasso.

Los ecuatorianos buscaban «un candidato que no obedezca, justamente, a la política tradicional, que salga de la lógica ordinaria»alrededor de la figura de Correa, anota Cahuasquí.

Noboa, con apenas dos años de experiencia política en el Congreso, iba último en las encuestas. Pero antes de la primera vuelta, una aplaudida participación en un debate al que asistió de chaleco antibalas tras el asesinato del presidenciable Fernando Villavicenciolo catapultó al balotaje.

La remontada de Noboa «es un reflejo de la profunda transformación del electorado», señala el politólogo.

El desgaste del correísmo viene de tiempo atrás, explica el analista David Chávez, pues la reciente elección es un «calco» de la de 2021, cuando Lasso se impuso sobre Andrés Arauz, otro alfil de Correa, también por cuatro puntos de diferencia.

Además hay «un consistente proceso de derechización de la sociedad ecuatoriana», apunta Chávez, de la Universidad Central.

Noboa gobernará Ecuador por casi 17 meses, hasta terminar el periodo de Lasso. El presidente saliente disolvió el Congreso para evadir la destitución en un juicio político por corrupción, lo que dio paso a elecciones anticipadas.

El breve periodo presidencial y un Congreso de mayoría opositora con el correísmo a la cabeza, serán los primeros obstáculos del nuevo mandatario.

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