La gimnasta checa Natálie Štíchová falleció tras resbalarse y caer por un acantilado de aproximadamente 70 metros, mientras intentaba tomarse una selfie cerca del castillo de Neuschwanstein, ubicado en la región alemana de Baviera.

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La joven de 23 años había emprendido el ascenso por una senda turística junto a un par de amigas y su novio, el pasado 15 de agosto. Según un testimonio recogido por el medio local Blesk, ella intentó hacer una pose acrobática antes de perder el equilibrio.

Rescatistas que atendieron la emergencia consiguieron hallar a Štíchová con vida y trasladarla en helicóptero a un centro de salud. Bajo cuidado de especialistas, la gimnasta estuvo hospitalizada durante seis días antes de fallecer por un daño cerebral irreversible.

«Natálka difundió una sonrisa a lo largo de su corta vida y así será recordada para siempre», publicó la Asociación Checa de Gimnasia. «A todos los familiares y amigos cercanos, nuestro más sentido pésame y mucha fuerza y ​​apoyo».

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Una altar en conmemoración a la joven, coronada como campeona de la región checa de Bohemia en modalidad de equipos, en el 2015, fue levantado frente al edificio donde solía practicar en Příbram, una ciudad de República Checa.

En el 2022, un estudio publicado en el prestigioso portal de recopilación estadounidense Journal of Travel Medicine, determinó que entre 2009 y ese año se registraron más de 379 muertes relacionadas a selfies en el mundo.