Escuchar música con auriculares a todo volumen se ha convertido en un hábito común, especialmente entre los jóvenes. Sin embargo, expertos advierten que esta práctica podría estar creando una “generación silenciosa”, expuesta a graves problemas de audición a temprana edad.
De acuerdo con especialistas, reproducir música por encima de los 85 decibeles durante largos periodos puede provocar daños irreversibles en el oído interno. La Organización Mundial de la Salud estima que más de 1.100 millones de personas en el mundo, principalmente adolescentes y adultos jóvenes, corren el riesgo de sufrir pérdida auditiva por malos hábitos de escucha.
Los médicos recomiendan seguir la regla 60/60: escuchar música con un volumen no mayor al 60% de la capacidad del dispositivo y durante un máximo de 60 minutos seguidos. Además, es importante realizar chequeos auditivos regulares y optar por auriculares que aíslen el ruido exterior, lo que permite mantener el volumen más bajo.
La música es un placer universal, pero disfrutarla de forma responsable es clave para que no se convierta en una amenaza silenciosa.