Este domingo 21 de abril, Ecuador dio luz verde a la extradición de ecuatorianos en el Referéndum y Consulta Popular 2024, propuesta por el presidente Daniel Noboa, quien lo resalta como un paso en su lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.
Una de las nueve preguntas aprobadas en la papeleta electoral planteaba: «¿Está usted de acuerdo con permitir la extradición de ecuatorianos, con las condiciones, requisitos, restricciones e impedimentos establecidos en la Constitución, los instrumentos internacionales y en la Ley, enmendando la Constitución y reformando las leyes, conforme el Anexo 1?». El 65% de los votantes respaldaron la medida, marcando un cambio significativo en la política de extradición del país.
Esta aprobación significa una modificación en la figura legal establecida por la Constitución ecuatoriana en 2008, que prohibía la extradición de ciudadanos ecuatorianos a terceros países. Con esta reforma, Ecuador podrá colaborar más estrechamente con otras naciones en la persecución y enjuiciamiento de delincuentes involucrados en actividades criminales transnacionales.
El contexto internacional, marcado por casos emblemáticos como el de Pablo Escobar en Colombia y el de Joaquín «El Chapo» Guzmán en México, ha puesto de relieve la importancia de la extradición en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
La extradición del Chapo Guzmán a Estados Unidos, que culminó con su encarcelamiento en la prisión de máxima seguridad de Florence, en Colorado, ejemplifica el impacto que este tipo de medidas puede tener en la justicia internacional.
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El Chapo Guzmán: Testimonio desde la «Alcatraz de las Montañas Rocosas»
Desde las entrañas de la prisión, Joaquín «El Chapo» Guzmán, el exlíder del Cártel de Sinaloa, ha compartido su testimonio sobre las condiciones «inhumanas» que enfrenta en su confinamiento en solitario.
Después de su recaptura en 2016 y su posterior extradición a Estados Unidos en 2017, El Chapo enfrentó un proceso judicial por narcotráfico en la corte de Brooklyn, Nueva York. Tras ser sentenciado a cadena perpetua, fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad de ADX Florence en Colorado, conocida como la «Alcatraz de las Montañas Rocosas«.
En esta prisión, Guzmán ha experimentado un régimen carcelario riguroso, caracterizado por el aislamiento casi total. Pasando la mayor parte del día en una celda diminuta y sin ventanas, el líder del cartel ha denunciado las circunstancias de su confinamiento como «cruel» e «inhumano».
Los abogados de El Chapo han hecho hincapié en las condiciones de su encarcelamiento, equiparándolas a una forma de tortura física y mental. Se le ha asignado una celda de aproximadamente 2 metros de ancho por 3,5 metros de largo, donde pasa la mayor parte del tiempo. Solo tiene dos horas a la semana para salir al patio, bajo la supervisión de los guardias de la prisión.
Además del aislamiento, Guzmán enfrenta severas restricciones en cuanto a sus interacciones con otros reclusos, así como limitaciones extremas en visitas y comunicaciones con el exterior.
«Se ha quejado de la cantidad y calidad de las comidas y ha explicado que las porciones son mínimas y que se queda con hambre», también relataron los abogados.
La vida en ADX Florence es conocida por ser una de las más duras en el sistema penitenciario estadounidense, con medidas de seguridad extraordinarias diseñadas para prevenir fugas o cualquier intento de influencia desde el interior de la prisión.
Para El Chapo, acostumbrado a una vida de lujos y poder, este entorno representa un cambio radical y una caída espectacular desde su anterior estatus como líder del cartel de Sinaloa.
Mientras tanto, su extradición y su vida en prisión son un recordatorio de que incluso los criminales más poderosos eventualmente deben rendir cuentas ante la justicia.