Las actuales condiciones climáticas que sufre Quito apuntan a que sus 2,6 millones de habitantes deberán lidiar con cortes de luz y de agua de forma simultánea.
La mañana del 11 de noviembre de 2024, el alcalde Pabel Muñoz dijo que la Empresa de Agua Potable (Epmaps) debería implementar cortes programados de una o dos horas diarias para evitar que, en las próximas semanas, se extiendan a 14, en alusión a la crisis eléctrica que inició a mediados de septiembre de 2024 y no ha parado de profundizarse.
El funcionario detalló que la tarde del 11 de noviembre, se debe reunir el Comité de Crisis para analizar la situación de los embalses del agua potable y tomar medidas que impidan un desabastecimiento de agua en la ciudad.
La Epmaps admite que la dotación de agua en Quito está comprometida, al punto de quesolopuede garantizar el servicio hasta diciembre, si la sequía se mantiene.
Estas son cuatro razones por las que Quito puede sufrir masivos cortes de agua en el corto plazo:
1. Falta de lluvias
Las predicciones del Instituto Nacional Hidrología y Meteorología (Inamhi) no son alentadoras. Según los datos que maneja la entidad, Quito no presentará lluvias significativas, al menos hasta el 15 de noviembre de 2024.
«Quito presenta un déficit hídrico que afectan sus sistemas de captación de agua. Esta tendencia se mantendrá porque vemos que solo habrá lluvias puntuales en los próximos días que no representarán mucha ayuda», explica Cristina Argoti, técnica del Inamhi.
La especialista reconoce que los indicadores están muy lejos de ser los ideales. La cifras históricas de noviembre dicen que en el norte de Quito suele llover 63 litros por metro cuadrado. «Pero en lo que va del messolo tenemos tres litros y ya casi llegamos a la mitad del mes».
En el sur, el panorama es más preocupante. Los datos muestran que la cantidad de agua que debería caer en noviembre es de 149 litros por metro cuadrado. Hasta el 11 de noviembre, solo han llovido 2,5 litros por metro cuadrado.
Argoti advierte que la falta de lluviastambién se extenderá a lo largo de la Sierra hasta mediados de noviembre.
2. Niveles de agua bajan en los embalses
Quito cuenta con cuatro embalses, cuya tarea es abastecer de agua potable a la ciudad. Dos de ellos son los más importantes: Salve Faccha y La Mica. El primero dota del recurso al norte de la ciudad y el segundo, al sur y centro, incluso a los barrios del norte del vecino cantón de Machachi.
El problema que evidencia la Epmaps es que los dos embalses están perdiendo un centímetro de agua cada día por la falta de lluvias y el alto consumo de la ciudadanía.
Mientras que los otros dos embalses, Mogotes y Sucus, ubicados en el sector de Papallacta, aún no registran pérdidas, pues están operando con sus reservas.
Sin embargo, la preocupación de las autoridades aumenta porque la falta de lluvias impide que embalses se recuperen. Por el contrario, cada día se acercan más a la cota mínima de operación.
Los últimos datos de la Epmaps señalan que Salve Faccha se encuentra a cinco metros de llegar a su nivel mínimo de operación y La Mica, a tres metros.
3. Desperdicio de agua
La Epmaps sostiene que el alto consumo de agua en Quito es otro de los factores que provocan problemas en la entrega normal del recurso.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que el consumo de agua de una persona no debe superar los 100 litros diarios. Sin embargo, en Quito asciende a 220 litros, llegando a 270 durante el verano.
La entidad municipal detalla que ese elevado consumo se debe a que gran parte de la ciudadanía usa agua potable para lavar carros o para actividades agrícolas.Aunque también se registra desperdicio cuando las personas no cierran la llave al bañarse, lavarse los dientes o cuando lavan la vajilla.
El alcalde Pabel Muñoz cree que «una ducha no debería durar más de cinco minutos, pues es una de las formas en las que más agua se desperdicia».
4. Cortes de luz
Si bien los apagones no son un motivo por el que Quito corre el riesgo de sufrir cortes de agua programados, la Empresa de Agua Potable dice que sí provocan que más de400.000 no tengan el servicio.
En condiciones normales, los cortes de agua afectan a unas 180.000 personas, que equivale al 7% de los 2,6 millones de habitantes de Quito. Esto sucede porque esas personas viven en zonas altas a las que la Epmaps no puede llevar el recurso.
Sin embargo, este número se eleva a unas 416.000 personas cuando hay cortes de luz, pues ellas reciben agua a través de sistemas de bombeo que funcionan con energía eléctrica.
Hasta finales de 2024, la Epmaps espera poner a funcionar seis generadores eléctricos móviles en los barrios que presentan mayores problemas de abastecimiento de agua.