La ciudad croata de Samobor, cercana a Zagreb, encontró una solución innovadora frente a la escasez de guarderías: ofrece una remuneración a los abuelos que cuidan a sus nietos mientras sus padres trabajan.
El programa, llamado “Servicio Abuela-Abuelo”, otorga una ayuda mensual de unos 400 dólares por cada nieto bajo su cuidado.
La iniciativa no solo alivia la carga económica de los abuelos, sino que también fortalece los lazos familiares y ayuda a combatir el aislamiento social en una población cada vez más envejecida
“Los beneficios son múltiples. Las pensiones son bajas y, para muchos padres, encontrar un cuidado adecuado es un reto. Queríamos darles la posibilidad de elegir quién cuida a sus hijos”, explicó la alcaldesa de Samobor, Petra Skrobot.
En Croacia, las mujeres generalmente utilizan 12 meses de licencia por maternidad, y el cuidado infantil financiado por el estado está disponible desde los seis meses hasta que el niño se inscribe en la escuela primaria a los seis años.
Sin embargo, no hay suficientes lugares en los jardines de infancia públicos, y cada año muchos niños quedan fuera, especialmente en ciudades grandes como Zagreb. Ante esta situación, los padres se enfrentan a elegir entre costear guarderías privadas, contratar niñeras o confiar en la ayuda de sus propios padres.
El “Servicio Abuela-Abuelo”, inspirado en un modelo similar en Suecia, está disponible para niños de hasta cuatro años. Los abuelos interesados pueden aplicar mensualmente, y hasta ahora, 28 personas se han inscrito desde que se introdujo la medida a finales de marzo.
Una de las primeras solicitantes fue Dubravka Koletic, de 60 años, quien destacó la iniciativa como positiva tanto para abuelos como para nietos.
“Recibimos algunos euros adicionales, lo cual es bueno dado que nuestras pensiones son bajas, y pasamos mucho tiempo con nuestros nietos”, expresó Koletic mientras jugaba con su nieto de 18 meses, Viktor, en un parque.
Danijela Koletic, madre de Viktor, también mostró su satisfacción, a pesar de que su hijo no obtuvo una plaza en una guardería pública.
“Es realmente genial; es más fácil dejar a un niño tan pequeño con alguien en quien confías”, comentó.
Samobor, con una población de aproximadamente 37.000 habitantes, cuenta con dos jardines de infancia y varios sitios pequeños que atienden a más de 1.300 niños. No obstante, el año pasado, más de 100 niños quedaron sin plaza, particularmente aquellos de 18 meses o más jóvenes.
Josipa Milakovic, directora del jardín de infancia Grigor Vitez, describió la iniciativa como “una mano amiga para los padres, proporcionando ayuda en el cuidado de los más pequeños en un entorno familiar”.
Este programa ha despertado interés en otras partes de Croacia, un país que enfrenta una crisis demográfica con bajas tasas de natalidad, una población que envejece y emigración.
La ONU proyecta que hacia fin de siglo, la población croata podría disminuir a apenas 2.5 millones. Sin embargo, Samobor se ha desmarcado de esta tendencia, atrayendo a jóvenes familias que buscan un entorno más tranquilo cerca de Zagreb, lo que ha conllevado a un aumento en la inscripción en las escuelas primarias locales mientras caen en otras áreas.