
En una publicación de Far Out, el actor de Hollywood lamenta haber sido manipulado para una película que, según él, marcó un traspié en su carrera
Por Fausto UrristeEl observador representa un capítulo polémico en la filmografía de Keanu Reeves
Keanu Reeves es un nombre sinónimo de éxito en Hollywood. Con una carrera que abarca más de tres décadas, protagonizó desde dramas aclamados hasta sagas de acción icónicas como The Matrix y John Wick. Sin embargo, incluso las estrellas más queridas tienen momentos oscuros en su filmografía.
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Para Reeves, ese episodio en su carrera lleva el nombre de El observador, un thriller psicológico que el actor nunca quiso hacer y que, según él, fue el resultado de una jugada deshonesta en su contra, informó Far Out.
Un ícono intachable con un traspié inesperado
A los ojos del público, Reeves logró lo que pocos en la industria: mantener una imagen impoluta tanto dentro como fuera de la pantalla. Su reputación como profesional dedicado y como ser humano generoso lo convirtió en una de las figuras más queridas de Hollywood. Sin embargo, los inicios de su carrera no fueron fáciles, y en más de una ocasión tuvo que lidiar con duras críticas.
“Cuando me di cuenta, no tenía forma de probar que lo había hecho y no quería enfrentar una demanda”, explicó Reeves, describiendo la injusticia que enfrentó con El observador.
Aunque el actor protagonizó grandes éxitos desde los años 90, también fue blanco de burlas cuando algunas de sus películas no funcionaron. Pero si hay una que destaca como el mayor error de su carrera, según sus propias palabras, es El observador.
Un engaño que lo obligó a protagonizar la película

El descontento de Reeves con El observadorno se limita a la mala recepción crítica—la película ostenta un escaso 11% en Rotten Tomatoes—sino que se debe a las circunstancias en las que terminó formando parte del proyecto.
En una entrevista con el Calgary Sun, el actor reveló que nunca tuvo interés en el guion, pero que un “amigo” falsificó su firma en el contrato.
Para evitar problemas legales con Universal Pictures, llegó a un acuerdo con el estudio: no podía hablar públicamente sobre la falsificación durante 12 meses después del estreno de la película. A cambio, la productora le permitió limitar al mínimo su participación en la promoción del filme.
De cameo a protagonista sin previo aviso
Otro de los motivos por los que Reeves lamenta El observador es que, en un principio, creía que solo haría un pequeño cameo. Para su sorpresa, terminó siendo el antagonista principal de la historia, lo que lo dejó en una posición incómoda.
Si bien el estudio intentó compensarlo con un aumento de salario, Reeves nunca logró sentirse bien con el proyecto. En retrospectiva, considera que El observadorfue una mancha innecesaria en su trayectoria, pero sobre todo, un ejemplo de cómo la industria cinematográfica puede ejercer presión sobre sus actores, incluso aquellos con una carrera consolidada.
El lado oscuro de Hollywood

Más allá de la calidad de la película, el caso de Reeves con El observador evidenció los riesgos que enfrentan los actores en el sistema legal de los grandes estudios.
A pesar de ser una estrella, el actor se vio atrapado en una situación sin salida, sin el respaldo financiero ni la evidencia legal suficiente para impugnar el contrato.
Hoy, con una filmografía repleta de éxitos y una base de seguidores inquebrantable, este episodio no afectó la trayectoria de Keanu Reeves. Pero su experiencia con El observador es un recordatorio de que, en la meca del cine, no todo es glamour y éxito; incluso los actores más respetados pueden encontrarse en situaciones fuera de su control.