Un piloto aéreo francés perdió su licencia de vuelo de forma permanente tras decapitar a un hombre que practicaba wingsuit, una modalidad de paracaidismo, con el ala de una avioneta que manejaba, en julio del 2018.
Nicolas Galy, un ingeniero aeronáutico de 40 años, murió de forma inmediata tras saltar del mismo avión que lo impactó segundos después, con la intención de planear con un traje aéreo a altas velocidades.
El conductor de la aeronave fue declarado este martes como culpable del delito de homicidio involuntario, en la corte de la ciudad de Montauban. Su identidad no fue revelada por las autoridades.
El piloto recibió una sentencia de un año de privación de libertad. Junto a esta resolución se emitió una multa de casi 22 mil dólares a la Asociación de escuelas de paracaidismo de Midi-Pyrénées, que empleó al piloto.
De acuerdo al medio Le Parisien, el accidente fue provocado por un cambio en la trayectoria de vuelo de la aeronave que no fue notificado al paracaidista. El descenso hacia un aeródromo inició justo después del salto de la víctima, por lo cual se dio el impacto.
Por ello, el abogado de los familiares de la víctima, Emmanuelle Franck, consideró que hubo negligencia en de parte del operario. Asimismo, el presidente del tribunal en el suroeste de Francia detalló que hubo una falta de comunicación entre ambos individuos.