
Bono: Stories of Surrender» transforma el dolor del duelo en una memoria cálida y un homenaje a los vínculos familiares (Tráiler: YouTube – Apple España)
Bono dejó al descubierto su transformación del muchacho dublinés Paul Hewson en una estrella de rock global y defensor de los derechos humanos en sus memorias Surrender: 40 Songs, One Story.
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Ahora, esa narración adquiere una nueva dimensión con el estreno de Bono: Stories of Surrender en el Festival de Cannes. Dirigido por Andrew Dominik, el documental fue realizado a partir del espectáculo unipersonal que el líder de U2 presentó en 2023 en el Beacon Theatre de Nueva York.
A través de una mezcla de música, actuación y confesión, el film aborda la pérdida temprana de su madre Iris, la compleja relación con su padre Bob y la necesidad de ser escuchado.
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“Lo que me encanta de los franceses es su pasión por el cine. Es el arte supremo. Tuvieron una idea fantástica de libertad de expresión”, afirmó el cantante de 64 años al presentar la película en Cannes, donde recibió una ovación.
Un legado atravesado por el silencio
La muerte de su madre marcó un punto de inflexión en su vida. Bono relató durante una entrevista con Deadline cómo el impacto de esa pérdida se vio acentuado por la actitud de su padre, quien nunca volvió a mencionar a su esposa: “Papá simplemente dejó de hablar de mi madre, esa era su forma de afrontarlo. No le guardo rencor, pero no creo que sea una buena estrategia”.
Según el cantante irlandés, esa ausencia de diálogo tiene un costo silencioso pero profundo: “Cuando hablas de alguien que ya no está de alguna manera lo mantienes vivo. De lo contrario se pierden los recuerdos”.

En ese silencio, el joven Bono buscó su lugar en el mundo y lo encontró en la música. “Cuando empecé con U2 no cantaba. Era más bien un grito, una forma de expresar mi lamento, y no ser ignorado. Cuando mi padre murió, sentí que me dejó un tono de voz nuevo y comencé a cantar de verdad. Al liberar la rabia y el resentimiento, me sentí distinto”, explicó el cantante.
Una historia de amor y reconciliación
La relación entre Bono y su padre fue compleja, marcada por silencios, pérdidas y momentos de reconocimiento tardío. Uno de los recuerdos más significativos ocurrió durante un concierto en Texas, cuando su padre se acercó a él tras el show y le dijo: “Eres muy profesional”.
El cantante destacó durante la entrevista con Deadline que “probablemente fue el único cumplido que un excantante de punk rock quiere escuchar. Fue hermoso”.

Pese a ese gesto, el cantante no minimiza el peso emocional que cargó desde niño: “Estar presente para los hijos es fundamental, pero sin volverse alguien inaccesible. Tenemos que aprender a abrirnos para mostrar que también hay fortaleza en nuestras vulnerabilidades. Eso fue algo que mi padre nunca logró hacer”.
Ese distanciamiento emocional dejó una huella profunda en Bono, quien imaginó cómo habría cambiado todo si su padre hubiera podido expresar lo que realmente sentía. “Pienso que habría sido liberador si él hubiera podido decir: ‘Tengo miedo. No sé cómo enfrentar esto‘. Más allá de las dificultades, me siento libre y agradecido por mi historia”.
La intensidad del rodaje
Trabajar bajo la dirección de Andrew Dominik fue un desafío emocional. Bono reconoció los límites de su propia expresividad frente a la cámara: “Nunca podría ser actor. Lo que me atrajo de trabajar con Andrew Dominik fue su habilidad para dirigir tanto a profesionales como a personas sin experiencia”.

Esa exigencia se intensificó durante una de las escenas más difíciles del rodaje.“Recuerdo cuando grabamos una escena en la que debía despedirme de mi padre: tuvimos que repetirla cinco veces en un mismo día y yo estaba muy agotado. Pero él insistía: ‘La cámara es un detector de mentiras, Bono’”, relató a Deadline.
El duelo como motor de la memoria
Lejos de presentar una versión idealizada de su historia, Bono se sumerge en el dolor para transformarlo. “El duelo no tiene fin. Así es como sabemos que el amor tampoco.Lo que era una sensación gélida y escalofriante, con el tiempo se convierte en un dolor cálido que extrañarías si no estuviera ahí”, reflexionó el cantante en la entrevista con Deadline.
Bono: Stories of Surrender es, según su propio protagonista, una obra pensada también para dejar un registro duradero. Un intento de recuperar recuerdos, de reconstruir lo que se había borrado del relato familiar, y homenajear a los vínculos que lo formaron como artista y como ser humano.