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Así es como Paramount desafía a Netflix: la batalla por Warner Bros. Discovery que podría redibujar el futuro del entretenimiento

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En Los Ángeles, donde los rumores suelen filtrarse antes que los tráileres, pocos anticipaban que Paramount se lanzaría a una ofensiva pública tan contundente. Menos aún que empujara la conversación hacia un terreno casi quijotesco: el del salvador que irrumpe cuando la industria, tras huelgas, reestructuraciones y desplomes bursátiles, parece caminar entre escombros tecnológicos.

David Ellison, CEO de Paramount, eligió la arena más visible para dar el golpe: Wall Street. Desde ahí insiste en que su propuesta no solo es más jugosa, sino más sensata para el futuro del sector. La comparativa es simple: US$ 30 por acción frente a los US$ 27,75 que ofrece Netflix por los estudios cinematográficos y HBO, complementados con un paquete mixto de efectivo y acciones.

Paramount no quiere un pedazo del pastel: quiere la empresa completa.

La aritmética detrás del pulso: dos modelos de futuro

Paramount: comprarlo todo para reconstruir

La empresa plantea una adquisición por aproximadamente US$ 108.400 millones, un movimiento que absorbería la totalidad de los activos de WBD, incluidas las divisiones de cable, entre ellas CNN, que Netflix ha preferido dejar fuera.

Ellison argumenta que conservar el ecosistema de medios unificado genera más valor que separarlo en pedazos. En su imaginario, comprar WBD es construir un contrapeso real a dos gigantes: Netflix y Disney.

Netflix: una operación quirúrgica

Netflix defiende que su propuesta, valuada en US$ 82.700 millones, será más rentable a largo plazo, especialmente si WBD decide escindir sus redes de cable. Para la plataforma, el valor futuro de esas piezas sueltas podría superar lo que hoy parece una desventaja numérica.

Ambos modelos chocan en una pregunta crucial: ¿Debe WBD ser un imperio compacto o un rompecabezas más ligero?

Un frente regulatorio que podría inclinar la balanza

Lo que para Netflix es una expansión natural hacia contenidos premium, para Paramount sería un acto anticompetitivo: «No se puede permitir, dice Ellison, que el streamer número uno absorba al número tres».

El argumento no es menor. Con un mercado regulatorio cada vez más duro, especialmente en EE.UU., el temor a un monopolio encubierto pesa. Netflix, por su parte, contraataca apelando a otras métricas: según Nielsen, su participación total de visionado es del 8%, similar a la de Paramount, mientras YouTube y Disney encabezan el ranking.

La guerra también se libra en los números que se eligen para contar la historia.

Hollywood, nervioso: ¿un gigante o un salvavidas?

Ellison ha advertido que una unión Netflix–WBD sería «la muerte del cine en salas». No es la primera vez que Hollywood dramatiza su propio destino, pero la frase ha calado en productores, guionistas y ejecutivos que observan cómo los modelos de negocio se desmoronan sin que haya un sustituto claro.

Paramount promete lo contrario: Treintapelículas al año en cines, exclusivas, sin estreno simultáneo en streaming. Más compradores para la comunidad creativa.—Más competencia real.

La oferta no es solo económica; es emocional. Un llamado a proteger el ecosistema que dio forma al cine tal como lo conocemos.

El último punto de quiebre: los accionistas

La oferta pública de Paramount está diseñada para saltarse a la junta directiva de WBD y hablar directamente con quienes tienen en sus manos el destino final: los accionistas.

Si aceptan cambiar de rumbo, WBD deberá pagar a Netflix una penalización de US$ 2.800 millones por ruptura de contrato. Un precio elevado, pero no imposible cuando se está ante la promesa de una oferta más alta y con menos incertidumbre.

Los mercados ya han reaccionado:Las acciones de WBD subieron cerca de 7%.Paramount ganó 4%.Netflix cayó un 3%.

El olor a guerra de ofertas es evidente.

¿Quién ganará el tablero?

La industria del entretenimiento vive otro de esos momentos bisagra en los que un movimiento corporativo puede modificar el rumbo del cine, la televisión y el streaming.

Paramount promete preservar la tradición.Netflix promete reinventarla.

WBD, en el centro, observa cómo su valor crece con cada golpe.Y los accionistas, que al final son quienes deciden, ya tienen dos propuestas sobre la mesa:una más inmediata, otra más ambiciosa; una consolidada, otra visionaria.

El desenlace, como siempre en Hollywood, dependerá de quién escriba la última escena.

Con información de CNN.

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