En un esfuerzo por combatir los persistentes problemas de mosquitos de manera sostenible, el complejo turístico Soneva Fushi ubicado en la isla de Kunfunadhoo, en las Maldivas, ha llevado a cabo una revolucionaria iniciativa ecológica.
La isla se enfrentaba a un desafío común en la región: poblaciones de mosquitos resistentes a los productos químicos convencionales. El complejo turístico recurrió a la innovadora tecnología de Biogents, utilizando trampas especializadas que no solo resultan efectivas sino también amigables con el medio ambiente.
El objetivo no solo es proteger a sus visitantes y residentes, sino también preservar la biodiversidad local. Hoy, Soneva Fushi se ha convertido en un referente en la lucha contra los mosquitos sin recurrir a productos químicos dañinos.