Los masivos cortes de luz que soporta Ecuador siguen provocando estragos y amenazan con ser, cada cada vez, más graves. En Quito, está en riesgo el servicio de agua potable.
El pasado 3 de octubre de 2024, la Empresa de Agua Potable de Quito (Epmpas) se declaró en emergencia tras reconocer que los apagones, de hasta 10 horas diarias, «han sobrepasado su capacidad para asegurar la continuidad y disponibilidad del servicio de agua potable«.
En la declaratoria, a la que PRIMICIAS tuvo acceso, la Epmaps explica que, gran parte del abastecimiento de agua, depende de sistemas de bombeo que requieren energía eléctrica para operar.
Pero eso no es todo. La entidad asegura que la reconexión de la energía eléctrica no garantiza que el agua potable llegue a todos los hogares.
«Los cortes de luz impiden que los tanques de distribución se llenen en su totalidad porque los tiempos de recuperación de los sistemas de agua son mayores a los tiempos de disponibilidad del servicio de energía eléctrica, por lo que se genera desabastecimiento del recurso», dice la declaratoria de emergencia.
En el documento, la Empresa explica, además, que el servicio de agua puede tardar hasta 120 horas en retomar la normalidad. ¿La razón? Una vez que se rehabilita el sistema eléctrico, es necesariopresurizar la línea de transmisión de agua potable, llenar los tanques de distribución hasta disponer de un nivel de operación, y presurizar las redes de distribución para eliminar el ingreso del aire al sistema.
Cifras del Municipio revelan que los cortes de luz dejan sin agua a más de 400.000 personas, sobre todo, de las zonas altas.
Con la declaratoria de emergencia, la Epmaps apunta a «realizar de forma inmediata, las contrataciones necesarias para superar la emergencia institucional y garantizar la provisión y calidad de los servicios públicos de agua potable y saneamiento del Distrito Metropolitano de Quito».
Sequía también provocó cortes de agua
Las lluvias que se han registrado en Quito, en los primeros días de octubre de 2024, no han sido suficientes para que los embalses de la Epmpas recuperen sus niveles óptimos, que permitan evitar cortes de agua.
La empresa municipal asegura que la falta de lluvias durante el verano desembocó en una «severa sequía en toda la ciudad».
El sector más afectado fue el norte: se contabilizaron 81 días sin lluvias; en el sur hubo 47 días, y en los valles de Tumbaco y Los Chillos, 41.
«Se considera como un período seco extremadamente extenso, que es un factor que contribuye al aumento del consumo de agua», detalla la Epmaps.
Según la entidad, este período es el más crítico en la escala del Índice de Precipitación Estandarizada (SPI), que mide la severidad de las sequías que se presentan en un determinado territorio.
«Durante un período seco extremadamente extenso se presentan incendios, pérdida de cultivos y escasez de agua que dan paso a un análisis para una declaratoria de emergencia».Epmaps
La preocupación de las autoridades aumenta, pues los cuatro embales más importantes están a pocos metros de llegar a su cota mínima de operación:
En estas condiciones, insiste la Epmpas, «no es posible mantener la continuidad y disponibilidad del servicio de agua», sobre todo, en los barrios que son abastecidos por estaciones de bombeo y pozos de extracción».
Advierte que la declaratoria de la emergencia es la herramienta que puede «prevenir la inminente paralización del servicio público debido a los tiempos que conllevarían los procesos de contratación por régimen común. El documento no detallas las acciones ni el presupuesto que el Municipio requiere para atender esta emergencia.