Antonio Goncalves renunció al Ministerio de Energía y Minas este miércoles 9 de octubre, pocas horas después de informar sobre el empeoramiento de la crisiseléctrica en el país.
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Para ocupar su lugar, el presidente Daniel Noboa designó a la ministra de Ambiente, Inés Manzano, como ministra encargada de esa cartera de Estado.
Desde hoy se intensificaron los cortes programados, con apagones que podrían extenderse hasta diez horas diarias. A través de una cadena nacional emitida por la mañana, Goncalvez, señaló que la medida se debe a los niveles críticos de la represa de Mazar, que abastece a tres hidroeléctricas. ‘Se encuentra cerca de su límite mínimo’, afirmó.
Asimismo, el entonces ministro acotó la necesidad de tomar decisiones inmediatas para «evitar un colapso en el sistema eléctrico nacional».
Según Goncalves, se evaluaron todas las medidas disponibles, pero lamentablemente no han sido suficientes para estabilizar la situación.
Transformación de matriz energética
Por disposición del presidente Daniel Noboa, Inés Manzano asumió el cargo de ministra encargada de Energía y Minas, según informó la Presidencia de la República cerca de las 13h00 de este miércoles 9 de octubre.
En el comunicado se detalla que la ministra Manzano «liderará la transformación de una matriz energética caduca, que nos ha estancado en la dependencia de las lluvias en un 72%».
Además, Manzano ejecutará proyectos de energías renovables ya planificados por este gobierno, con el objetivo de garantizar la sostenibilidad y la soberanía energética a mediano y largo plazo.
Mediante el documento también se agradeció la gestión de Antonio Goncalves, quien deja el Gabinete Ministerial tras su salida del cargo.
El cambio ocurrió pocas horas después de la reprogramación de cortes de energía, con racionamientos de hasta diez horas diarias.
La matriz de generación eléctrica de Ecuador está compuesta en más de un 70 % de energía hidroeléctrica, asentada sobre todo en la central Coca Codo Sinclair, la más grande del país con hasta 1.500 megavatios de potencia, y el embalse de Mazar, el segundo más grande de Ecuador, que alimente un complejo de tres hidroeléctricas en el río Paute con una potencia en conjunto de más de 1.700 megavatios.
Cualquier afectación en estas dos infraestructuras deja en vulnerabilidad al sistema eléctrico del país, lo que en algunos momentos de crisis se ha podido solventar gracias a la importación de electricidad suministrada por Colombia. Sin embargo, el vecino país suspendió el envío de electricidad al encontrarse también en un escenario de limitaciones energéticas.