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Familia de Bellavista perdió su vivienda tras voraz incendio en Quito: ‘Años de trabajo se fueron en minutos’

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Fue como una película de terror”. Es la frase más utilizada por moradores de Bellavista, al norte de Quito, tras sufrir un dantesco incendio que ha consumido extensas hectáreas de bosque. Solo en este sector hay al menos 12 viviendas con diversas afectaciones, una de las casas más perjudicadas pertenece a la familia Chango. Ellos lo perdieron todo y solicitan a las autoridades que los ayuden a reconstruir el inmueble.

Revise: Dictan prisión preventiva para presunto causante de incendio forestal en Quito

La tarde del pasado martes 24 de septiembre, moradores de esta zona colindante al Parque Metropolitano fueron sorprendidos por una llamarada, que rápidamente empezó a consumir vegetación, en su mayoría árboles de eucalipto, y luego viviendas establecidas en una ladera.

Valeria Pereira, residente de este barrio, narró a Vistazo que aquel día estaba en su trabajo, cuando recibió la llamada de un familiar para alertarla del incendio. Al llegar se topó con una nube de humo, vecinos corriendo y tanques de gas explotando.Teníamos miedo, empezamos a llorar porque pensábamos que el fuego iba a llegar a mi casa”, comentó la mujer. No obstante, lejos de dejarse llevar por el temor, vecinos del sector ayudaron a contener el incendio con baldes de agua y mangueras.

Formaron una cadena y comenzaron a ayudar porque “ni los bomberos podían controlar, se les acababa el agua enseguida”. La vecina agrega que entre todos lograron abrir un hidrante de la estación número 13 de los bomberos, pero no tenía agua.

“Si eso hubiera funcionado a lo mejor no estuviéramos viviendo una desgracia tan grande”, dijo Pereira. De la misma manera, otro morador, Mario Anaguano, reiteró la necesidad de que los hidratantes funcionen para cualquier eventualidad.

Él se quedó hasta la una de la mañana apoyando a los bomberos, pese a que en ese momento de incertidumbre también se cortó el suministro eléctrico. “Fue como una película de terror, el bosque quemado y sin luz”.LO PERDIMOS TODO”

Dentro de la ladera habita la familia Chango conformada por nueve hermanos. Cada núcleo construyó su casa alrededor de una vivienda principal de tres pisos, la cual quedó completamente quemada. Los otros inmuebles contiguos tuvieron afectaciones menores.

Blanca Chango, de 68 años, relata que el pasado martes, cuando empezó la tragedia, estaba sentada en su cama, comiendo y viendo televisión. De pronto, uno de sus hijos le alertó sobre el avance de las llamas. Salió de inmediato en medio del humo y la desesperación de sus parientes.

“He vivido toda mi vida aquí y he aguantado muchos incendios. La mayoría los hemos combatido nosotros mismos, con ramas, tierra y agua, pero este incendio ha sido el más fuerte”, comentó la adulta mayor. Tras la catástrofe, su hogar quedó con problemas en las tuberías, desagües de agua lluvia y vidrios rotos de las ventanas.

Al lado de la casa de la señora Blanca está el inmueble de su hermano Carlos Chango, un hombre de la tercera edad que tenía su taller de carpintería, pero el fuego arrasó con todo. Esta vivienda de tres pisos es una de las más perjudicadas porque explotaron tanques de gas.

Allí habitaban alrededor de ocho personas. Un bebé de 11 meses quedó con leves quemaduras en la cara. En cambio, otro niño de 5 años tuvo afectaciones más graves, por lo cual fue trasladado a un hospital, pero ya se encuentra fuera de peligro. Así mismo, Carlos Chango presenta quemaduras en los brazos y rostro.

“No nos quedó nada prácticamente. Todos los electrodomésticos, camas y ropa están destruidos. Ahora lo que nos preocupa es que ya llega el invierno y puede producirse algún derrumbe y afectar a más casas”, detalla Diego, hijo del carpintero.

Las viviendas de estos dos ciudadanos no tuvieron afectaciones, pues están ubicadas en el límite con la ladera quemada. Pero otras familias no corrieron la misma suerte.Su hermano, Alejandro, afirma que “es doloroso” ver cómo las llamas acabaron con su inmueble. Su cuarto, por ejemplo, está lleno de restos del incendio. La cama y el televisor ya no sirven. “Es el esfuerzo de todos estos años y lo hemos perdido”.

El incendio no solo dejó pérdidas económicas, sino también un fuerte impacto emocional. Verónica Vélez, psiquiatra del Hospital Especializado Julio Endara, comentó que algunos miembros de esta familia presentan episodios depresivos complejos e idealización de muerte y catástrofe.

Ella forma parte de la brigada de salud mental del Ministerio de Salud, la cual recopiló datos y brindó contención emocional. Detalló que el trastorno adaptativo es el padecimiento más frecuente entre los afectados por los incendios en Quito. «Consiste en un estado de shock ante una situación de crisis».RESPUESTA GUBERNAMENTAL

La ministra de Inclusión Económica y Social, Zaida Rovira, estuvo en el sector de Bellavista el pasado miércoles 25 de septiembre y comentó a Vistazo que, en primera instancia, el Gobierno llevó kits de aseo, ropa, comida y otros insumos. Mientras que en una segunda etapa se podría brindar un bono de contingencia por cada núcleo familiar.

Por su parte, el ministro de Vivienda, Humberto Plaza, mencionó que enviarán a un técnico para definir si es que aún se puede arreglar la casa de la familia Chango. La otra alternativa sería trasladarlos a otra parte. Además, el funcionario contabilizó hasta ayer alrededor de 12 casas afectadas en toda esta zona.

Esperamos que no nos hagan esperar mucho tiempo, porque la familia está afectada psicológicamente de ver que sus años de trabajo se fueron en minutos”, comentó Karina Achic, miembro de la familia perjudicada.

$!140 hectáreas fueron afectadas en dos días de incendios forestales.

DANTESCO INCENDIO

El incendio catalogado por el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, como “el más peligroso en los últimos 30 años” tuvo su origen en el sector de Guápulo, en la parte baja de la avenida Conquistadores. Sin embargo, los vientos y la vegetación seca provocó que se extendiera a otros barrios como Bellavista y Bolaños.

El fuego ha consumido 140 hectáreas solo en este último flagelo. En total se han quemado casi dos mil hectáreas desde junio de este año tras contabilizarse 800 incendios, la mayoría provocados.

El reciente evento ha dejado cinco bomberos y al menos cuatro civiles heridos, entre ellos los niños de 11 meses y cinco años pertenecientes a la familia Chango.

Al momento, el fuego está controlado casi en su totalidad. Solo falta un punto del cerro Auqui, el cual se prevé liquidar mañana, según informó el alcalde Pabel Muñoz.

El cabildo capitalino también informó que hay 21 procesos de investigación relacionados a incendios del 2024. En Fiscalía se presentaron 17 denuncias y hay 3 sospechosos detenidos.

Sobre el implicado en el incendio de Guápulo, se conoce que es un sujeto identificado como Dylan. A., de 19 años, quien fue detenido en flagrancia. Llevaba consigo un galón de combustible.

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