El organismo de control aprobó una auditoría de gestión al “Plan de Expansión de la Generación”, incluido en el “Plan Maestro de Electricidad”, que involucra al Ministerio de Energía y Minas y otras entidades relacionadas.
El análisis, que abarcó el periodo del 1 de enero de 2019 al 31 de diciembre de 2023, puso en evidencia una serie de deficiencias en la planificación y ejecución del plan energético del país, afectando el abastecimiento de electricidad.
Esto hizo que a mediados de abril, el gobierno de Daniel Noboa se viera obligado a efectuar apagones. Sin embargo, el parque eléctrico no se ha recuperado del todo. El pasado sábado el país sufrió un corte de energía general por un par de horas, pero el gobierno dijo que se trató de un «error humano». En medio de este ambiente, la Contraloría da detalles sobre cuatro componentes que fueron examinados hasta diciembre de 2023:
Uno de los principales hallazgos fue que el Plan Maestro 2018–2027 no contenía información actualizada y precisa sobre el estado de la infraestructura eléctrica y su aporte al Sistema Nacional Interconectado (SNI).
El Ministerio de Energía y Minas detalló 133 centrales como capacidad disponible para producción de electricidad, con una potencia de 7.177 Megavatios (MW). No obstante, el Operador Nacional de Electricidad (CENACE) registró únicamente 124 centrales operativas, con capacidad de 6.976 MW, lo que ocasionó que no se cuente con información real del parque generador, reflejando un escenario sobrestimado.
El informe también detalla que, desde 2019, seis centrales térmicas estaban fuera de servicio (TERMOGUAYAS, Victoria II, Loreto, Aníbal Santos, Lligua) y cuatro más no producían energía desde 2018 (Isimanchi, Luluncoto, Méndez, Río Chimbo).
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A esto se sumó la falta mantenimientos de las centrales térmicas Miraflores (Manabí), Jivino (Sucumbíos), Termogas Machala (El Oro), La Propicia (Esmeraldas), Aníbal Santos y Trinitaria (Guayas), lo que originó que el país deje de recibir 175 megavatios, repercutiendo en épocas de estiaje.
La auditoría también examinó los proyectos contemplados en el Plan de Expansión de la Generación que no entraron en operación.
El informe de auditoría precisa que 14 proyectos (hidroeléctricos, térmicos y de energías renovables no convencionales) no se pusieron en marcha. Esto, debido a que no se definieron ni aprobaron políticas para el desarrollo, administración, seguimiento y gestión del Plan.
El tercer componente detalla los informes administrativos, técnicos y jurídicos, respecto del cumplimiento, reprogramación y eliminación de proyectos del Plan de Expansión de la Generación.
La auditoría estableció que el Operador Nacional de Electricidad remitió a las autoridades del Ministerio de Energía y Minas los “Planes de Operación del Sistema Nacional Interconectado”, en el periodo enero 2019 a junio 2023.
Sin embargo, los trámites fueron archivados y no produjeron resultados que precautelen la operación óptima de la generación y su aporte al SIN, lo que provocó suspensiones que afectaron a vastos sectores del país.
En cuanto al “Estudio de Actualización del Plan de Expansión de Generación 2023-2032”, la CGE identificó que no se realizó con datos técnicos, debido a la falta de información de las “fechas de hitos en los que se incrementará la producción”, lo que limitó la planificación de la construcción y puesta en marcha de varios proyectos de Termogas Machala.
Además, la auditoría reveló además la falta de gestión para la compra de combustibles (gas) de esta central.
Finalmente, el cuarto componente hace referencia a los indicadores definidos para determinar el grado de cumplimiento de los objetivos, políticas, estrategias definidas en el Pan de Expansión, sobre lo que se evidenció una ausencia de lineamientos, políticas y normas técnicas, ocasionando que no se cuente con propuestas que contribuyan a la toma de decisiones para el desarrollo de los proyectos energéticos en los plazos establecidos en el “Plan Maestro de Electricidad”.
A finales de 2023 y a mediados de abril pasado, los periodos de sequía dejaron al descubierto los problemas del sector eléctrico de Ecuador, altamente dependiente de la energía hidroeléctrica y del suministro procedente de Colombia, lo que causó apagones y racionamientos de electricidad en algunos puntos del país.