El caso de ‘Commu’, un perrito comunitario que habita en el sector de El Troje, en el sur de Quito y que fue víctima de violencia sexual, generó indignación en redes sociales hace unos días.
Vistazo.com habló con una representante de la organización ‘Patitas Felices’, quien explicó qué ocurrió con ‘Commu’ y aclaró la información sobre el responsable de este repudiable hecho.
¿QUÉ PASÓ CON ‘COMMU’?
De acuerdo con la delegada, ‘Commu’ es un perrito comunitario, es decir, no tiene una familia y está al cuidado de los vecinos de ese sector, quienes lo alimentan. No tenía cuidador.
“(Commu) era muy, muy dulce. Hasta sabía dar la patita, como diciendo por favor, cuando se acercaba a las panaderías para que le regalen un poco de pan (…) La gente ya lo conocía y es un perrito muy querido por la comunidad”, explicó la portavoz.
De acuerdo con esta organización que hizo público el caso en redes sociales, una persona que no ha sido identificada fue quien agredió sexualmente a ‘Commu’ en El Troje, y además le causó heridas al introducir objetos cortopunzantes y golpearlo en la cabeza. El agresor sigue suelto.
“No tenemos idea de quién era (…) Lamentablemente por más que hemos pedido cámaras y videos a la gente que está ahí, ellos simplemente no quieren ayudar. Necesitamos acceso a los videos que tiene el ECU 911 para ver el lugar donde fue visto por última vez ‘Commu’ y la única cámara que está por ahí es la del ECU. Esa sería la única pista que podríamos tener. Puede ser cualquiera, puede ser un vecino o un indigente, quien sea”, sostuvo la activista.
¿QUÉ ESTÁ PASANDO EN EL TROJE?
‘Patitas Felices’ es una organización no gubernamental de rescatistas independientes que auxilia a animalitos en estado de vulnerabilidad y está conformado también por vecinas de El Troje. El grupo brinda alimentación a los perritos y gatitos del sector, además de casitas de plástico donde guarecerse, a través de la autogestión.
Desde la organización explican que hay unsinnúmero de perros y gatos abandonados en El Troje, que están expuestos a toda clase de peligros, que tienen enfermedades sexuales y tampoco hay un control sobre su reproducción.
Lo ocurrido con Commu les resulta preocupante porque, al no tener un ente que regule y vele por la seguridad de los animalitos que habitan en el sector, esta clase de actos perversos pueden volver a ocurrir.
“El maltrato que ellos reciben allí es diario. El domingo reportaron otro caso de un perrito quemado ahí mismo en El Troje y es porque a la gente ya no le importa. Están tan acostumbrados a ver eso (maltrato) todo el tiempo que ya no tienen empatía por ellos”, lamenta la colaboradora.
Los miembros de la organización temen que el perpetrador pueda volver y atacar a otro perrito o incluso a personas indefensas de este sector.
“Sienten el deseo de atacar a seres vulnerables (…) Puede ser un animalito, un niño, una mujer que tal vez esté por la calle sola y por supuesto no se pueda defender. Es un problema estructural que debe ser resuelto. No es que sólo ahora buscamos justicia y ya se acabó. Se debe analizar qué realmente está pasando en las comunidades”, puntualizó la representante quien urgió a las autoridades a prestar especial atención a estos casos que ocurren en las periferias de la capital.
ACCIONES URGENTES EN EL TROJE
De acuerdo con la fuente, el caso de “Commu”, que alcanzó interés mediático, fue sólo uno de los incontables que ocurren en esta área de Quito.
La organización insta a las autoridades competentes que se intensifiquen las campañas de concientización sobre el cuidado de la fauna urbana y que se familiarice a la ciudadanía con la normativa vigente contra el maltrato animal. Además, la oenegé pide que las campañas de esterilización sean más accesibles para los sectores más vulnerables de la capital.
“Hay formas de acercarse a la población y de hacer conocer la ley (…) El perrito (Commu) está totalmente traumado y eso es algo que nosotros como sociedad no nos podemos permitir. Al igual que cualquier violación a un niño o a una mujer, esto nos debería indignar totalmente”, sentenció la rescatista.