Tras un primer revés, el Gobierno y su principal aliado, el Partido Socialcristiano, cabildean intensamente en el Legislativo para alcanzar los 70 votos necesarios para aprobar el Tratado Comercial con China.
El 11 de enero pasado, en el pleno de la Asamblea, el oficialismo con su bloque ADN y el PSC no pudieron aprobar el acuerdo, en medio de la oposición y críticas encabezadas por legisladores del correísmo, así como otros sectores sociales. Ante la falta de apoyo la sesión fue suspendida, pues hasta ese momento solo se habría alcanzado 62 votos del PSC, ADN y otros legisladores de bancadas más pequeñas.
Días antes de que se instalara el debate parlamentario, unas 100 organizaciones, colectivos de derechos humanos, ecologistas y representantes de la academia, rechazaron la intensión de ratificar el TLC con China, que “fue negociado, con opacidad y ausencia de debate por el gobierno del expresidente Guillermo Lasso”. El 4 de enero enviaron una carta que tampoco fue debatida suficientemente en la Asamblea. Fue firmada por el Comité Ecuatoriano para la Defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente, Acción Ecológica, y la Alianza por los Derechos Humanos Ecuador, entre otras.
La negociación del TLC fue realizada -indica la misiva- bajo reserva y a puerta cerrada, sin que existera la posibilidad de que organizaciones de la sociedad civil pudieran analizar detalladamente los efectos del acuerdo, que fue suscrito por el entonces Ministro de la Producción, Julio José Prado y su contraparte de China, en mayo del 2023.
El Tratado Comercial generaría un aumento de las exportaciones, una reducción de los aranceles, un crecimiento de la inversión extranjera y el acceso a nuevas tecnologías, según ha defendido las últimas semanas Prado, al salir al frente de las críticas.
El acuerdo incluye a productos de exportación como el camarón, banano, madera, alimentos para animales, cacao, frutas y otros incluyendo el atún, que se exportarán a China sin ningún pago arancelario. En la otra vía, es decir en las importaciones, se excluyeron 826 productos ecuatorianos sensibles para proteger a la industria nacional, entre ellos la pesca. El acuerdo dispone la eliminación inmediata de los aranceles de importación aplicables para las exportaciones ecuatorianas hasta el 99,6% del total.