En el país hay 1.103 sitios aptos para albergar a los damnificados que podría dejar El Niño. Guayas, Manabí y Esmeraldas tienen déficit.
La instalación y adecuación de albergues es una tarea fundamental que tienen los municipios del país y la Secretaría de Gestión Riesgos ante la llegada del fenómeno de El Niño.
Más cuando el Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) ha advertido que las lluvias que se presentan actualmente en el país ya pueden considerarse como parte de este fenómeno natural.
«Las precipitaciones aumentan las probabilidades de desbordamientos de ríos, inundaciones y deslizamientos de tierra en Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas, Los Ríos y el interior de Guayas», detalla el Inocar.
Esto podría provocar daños en carreteras, viviendas e infraestructura pública y privada. Lo que podría causar miles de damnificados.
La Secretaría de Gestión de Riesgos tiene registrado en el país hay 1.103 establecimientos temporales aptos para recibir a personas afectadas por el embate del fenómeno de El Niño.
Julio Celorio, subsecretario de Prevención y Respuesta de Riesgos, dice que, si bien estos alojamientos permitirán albergar a los damnificados, hay un déficit del 20% de este tipo de espacios.
Las provincias amazónicas no han sido consideradas en esta evaluación, pues Riesgos prevé que El Niño no cause mayores efectos en esa zona del país.
El funcionario dice que la falta de alojamientos temporales es mayor en Guayas, Manabí y El Oro.
Sin embargo, esas podrían ser las provincias más afectadas por el fenómeno de El Niño. «Es posible que el país solo utilice el 50% de los alojamientos temporales, pero nos estamos preparando para habilitar todos en caso de necesitarlos», agrega Celorio.
El Municipio de Guayaquil, por ejemplo, asegura que sus 10 centros están listos para recibir a las personas que requieran alguna asistencia por las lluvias que ya se presentan en la ciudad. Si este número es insuficiente, también se habilitará el Centro Polifuncional Zumar.
En Manta, Esmeraldas y Portoviejo, los municipios también trabajan con la Secretaría de Riesgos en identificar nuevos espacios, evitando que estos sean escuelas, colegios o cualquier centro educativo. Pues estos deberían estar habilitados para recibir a sus estudiantes apenas termine la emergencia.
Celorio recuerda, además, que los municipios son los responsables de contar con alojamientos temporales para enfrentar un desastre natural. «Lo que hace la Secretaría es verificar que esos lugares tengan las condiciones técnicas y de seguridad para recibir a las personas».
«Hay nula reacción del Estado»
Manuel Pallares, presidente de la Fundación Raíz, organización especializada en la instalación de albergues, califica de nula la reacción del Estado frente a fenómenos naturales.
Pone como ejemplo las inundaciones que dejaron cerca de 20.000 damnificados en Esmeraldas en junio de 2023. «No hubo trabajo coordinado entre las entidades estatales. Las escuelas fueron los únicos espacios a los que las personas afectadas pudieron llegar», recuerda.
Sostiene que esa situación demostró queaún no hay la preparación suficientepara enfrentar el fenómeno de El Niño. «Nosotros instalamos un campamento en Esmeraldas en los siguientes 15 días a la inundación. Allí viven 250 personas desde hace casi cinco meses», relata.
Pallares considera que los campamentos en terrenos adecuados son una buena alternativa para albergar a las personas damnificadas.
Lo importante, dice, es que exista un trabajo coordinado con los municipios y prefecturas para la dotación de servicios básicos. «Estamos en conversaciones con las prefecturas de Guayas y Manabí para la instalación de los campamentos», dice.
Asegura que su fundación cuenta con la infraestructura necesaria para construir campamentos que reciban a unas 2.000 personas.
Kits humanitarios, además de albergues
La Secretaría de Gestión de Riesgo asegura contar con el suficiente número de kits humanitarios para atender a eventuales damnificados por el fenómeno de El Niño.
El subsecretario de Prevención y Respuesta de Riesgos, Julio Celorio, detalla que la entidad tiene en sus bodegas 100.000 kits que incluyen alimentos, implementos de aseo personal, colchones y productos de limpieza.
«Además, estamos buscando la forma de comprar refrigeradores para instalarlos en los sitios de alojamiento para que las personas tengan alimentos frescos», adelanta.
Y agrega que el presupuesto que maneja la entidad para la compra de kits humanitarios asciende a USD 5 millones en 2023, con la posibilidad de que llegue a USD 10 millones en 2024, si la intensidad del fenómeno de El Niño se incremente.