Hay conmoción en Quito por el asesinato y desmembramiento de Letty Cando, una enfermera que fue encontrada enterrada en el Parque Metropolitano Guanguiltagua. El principal sospechoso habría confesado el crimen. ¿Quién es y cuáles son las contundentes pruebas que lo condenarían?
Se trata de Johnny Stalyn Caiza, un cerrajero de 30 años, quien habitaba en una pequeña vivienda, ubicada en el sector de Bellavista, al norte de la capital. En esa casa residía desde pequeño junto a su abuela, quien habría fallecido hace poco tiempo, según reporta la cadena Ecuavisa.
El sujeto es cerrajero de profesión y no era visto como un joven problemático, de acuerdo a lo narrado por vecinos del sector al medio antes citado.
“Era un chico muy respetuoso. Venía con nosotros, conversaba aquí sus penas, las dolencias que tenía acerca de la abuelita que falleció”, narró Ana Albán, moradora del barrio.
Sin embargo, otro vecino comentó que Caiza tenía un problema recurrente: abusaba del alcohol.
Por su parte, Miguel Egas, jefe de la Dinased, reveló a Ecuavisa que en entre los documentos encontrados al interior de la habitación del sujeto, se halló pruebas de un tratamiento de esquizofrenia.
El acusado tenía una investigación anterior por hostigamiento a una mujer, pero el proceso no prosperó.
En el inmueble, donde se habría perpetrado el asesinato de Letty Cando, también se encontró restos de ropa quemada y se levantaron alertas de abuso sexual que son investigadas.
LOS HECHOS
El 2 de septiembre de 2023, Letty Cando, oriunda de Loja, salió a una fiesta con una amiga en el sector de la Universidad Católica, pero luego se trasladaron a la avenida República. Esa noche, entabló una relación amistosa con Johnny Caiza, a quien conoció a través de terceras personas.
Luego de ingerir bebidas, el procesado ofreció su casa para continuar con la fiesta. La víctima y tres personas más, aceptaron la invitación. Después de unos minutos de permanecer en ese inmueble, uno a uno se marcharon, menos la víctima, pues se quedó dormida en un dormitorio.
La enfermera fue violada, apuñalada tres veces en el corazón y cortada en siete partes en aquel cuarto.
Posteriormente, el acusado fue visto caminando en siete ocasiones hacia el Parque Metropolitano con fundas de basura. Según reporta Ecuavisa, en el último trayecto llevó pico y pala, y rearmo el cuerpo de la mujer antes de sepultarla a un metro bajo tierra.
Ese proceso le habría tomado alrededor de una hora y 20 minutos, de acuerdo a los registros del parque.
El lunes 4 y martes 5 de septiembre, la enfermera no fue a trabajar al centro de salud del IESS al que pertenecía, por lo que se reportó su desaparición.