Fernando Villavicencio fue asesinado la tarde de este miércoles, 9 de agosto de 2023. Le dispararon tras salir de un mitin político en Quito.
El candidato presidencial se preciaba de ser un combatiente contra el narcotráfico y la corrupción, y fue un acérrimo opositor al correísmo. En una de sus últimas intervenciones dijo que le habían recomendado usar chaleco antibalas, pero él se negaba a hacerlo.
También mencionó que recibió un parte policial en el que se habría revelado una amenaza en contra suya y de su equipo de campaña por parte de alias Fito, «un capo del Cártel de Sinaloa», según señaló ante los medios de comunicación. Esta es la última entrevista que Villavicencio concedió a Vistazo.
El exasambleísta, de 59 años, era oriundo de Alausí, provincia de Chimborazo. Su niñez estuvo marcada por el recuerdo del campo. “Nunca tuve un juguete artificial. Mi juguete fue un toro, un ternero que me regaló mi padre, y se hizo un enorme buey rojo”.
Tenía soltura ante los micrófonos. Eso lo adquirió de su experiencia radial. Su vinculación con el periodismo estuvo marcada por una hazaña, cuando tenía ocho años. “Mi madrina, que era mi profesora, me regaló dos períodos de siembra de trigo. Yo cuidaba la sementera para que los pájaros no se comieran las semillas; en julio y agosto vigilaba la cosecha. Coseché 80 quintales de trigo. Pero yo era un niño y mi padre vendió el trigo y se compró un radio Nivico. En ese radio, que él decía que era mío pero que en realidad era de él, yo escuchaba noticias en la mañana y en las emisoras que se sintonizaban en mi pueblo había una en especial, ‘Ondas del Pacífico’, de Guayaquil”.
Eso le inspiró a estudiar Periodismo. Trabajaba en Radio Tarqui y en Radio Hit. Tenía un programa de cultura a las cinco de la mañana, cuando apenas tenía 17 años. Para Tarqui, que en esa época era una institución radial y era conocida como la T grande de Quito, cubrió la Asamblea durante casi ocho años.