
Con esta resolución, se cierra definitivamente uno de los casos más polémicos de la historia del rock. La banda, que siempre defendió la imagen como arte, celebró el fallo. Elden, en cambio, no se pronunció tras conocer la sentencia.
La portada de Nevermind sigue intacta en la memoria colectiva, como símbolo de los 90 y de una generación marcada por Nirvana y su legado eterno.