
Rihanna, que en los últimos años se ha mantenido más enfocada en sus negocios de moda y belleza que en la música, mantiene a sus fans expectantes sobre un posible regreso al escenario. Mientras tanto, el nacimiento de Rocki Irish refuerza la imagen de la cantante como ícono multifacético, capaz de conquistar desde la industria musical hasta el mundo empresarial, sin dejar de lado su vida personal.