
Dos galletas de la suerte provocan que una psicoterapeuta, la cual está comprometida, y su hija adolescente intercambien mágicamente sus cuerpos
Con motivo del regreso de la icónica dupla al cine, han resurgido anécdotas del rodaje original de Un viernes de locos que revelan el ambiente de cercanía y apoyo entre los actores. Una de las más recordadas fue relatada por Chad Michael Murray, quien compartió cómo Jamie Lee Curtis ayudó a Lindsay Lohan a superar los nervios de su primer beso en pantalla durante la filmación de la comedia en 2003.
Una escena cargada de nervios
Durante la grabación de la película, la actriz Jamie Lee Curtis protagonizó un momento inesperado al intervenir directamente para tranquilizar a Lindsay Lohan, quien debía grabar una escena romántica con Chad Michael Murray. El episodio, relatado por el propio Murray en una entrevista recuperada por Univision, ocurrió durante la filmación del final de la historia, dondeAnna (Lohan) y Jake (Murray) se besan en la boda de Tess (Curtis).

Para Lohan, que por entonces iniciaba su carrera en el cine, el momento representaba su primer beso en pantalla. SegúnUnivision, esto generó una fuerte carga emocional y tensión en el set ubicado en Malibú.
La presión sobre los jóvenes actores
Murray recordó que el equipo de producción le pidió colaborar para que Lohan se sintiera más cómoda antes de grabar la escena. Sin embargo, el actor —que tenía 19 años— admitió que tampoco tenía experiencia en situaciones similares. “Fue abrumador para mí porque ese fue el primer beso de Lindsay en pantalla. No lo sabía”, declaró a Univision.
Aunque intentó contribuir con bromas y distracción, reconoció que no se sentía preparado: “Vienen a mí como si fuera un profesional o algo así, y les digo: ‘¿Te das cuenta de que estás hablando con un chico de 19 años?’ No tengo idea de lo que estoy haciendo, pero seguro que tomaré la iniciativa”.

La intervención de Jamie Lee Curtis
Frente a la tensión creciente, Jamie Lee Curtis decidió intervenir. Se acercó a Lindsay Lohan para tranquilizarla y, según relató Chad Michael Murray, le dijo: “Está bien. Es fácil. No tienes nada de qué preocuparte. Solo bésalo”. Como Lohan aún se mostraba nerviosa, Curtis sorprendió al equipo tomando a Murray por la nuca y besándolo en el set.
“En ese momento supe que lo había logrado”, recordó Murray. La acción inesperada desató las risas del equipo y alivió la presión, creando un ambiente más relajado para grabar la toma.
El gesto espontáneo de Curtis logró distender el ambiente, permitiendo que Lohan afrontara la escena con mayor confianza. Murray incluso relató que su padre sintió cierta envidia tras enterarse del beso con la reconocida actriz. “Mi papá estaba increíblemente celoso y todavía lo está hasta el día de hoy”, comentó con humor.

Para el actor, la actitud de Curtis fue determinante para transformar un momento de ansiedad en uno de apoyo y compañerismo. El rodaje continuó con fluidez, y la escena se filmó sin mayores complicaciones.
Según Univision, la estrategia de Curtis dio resultado: el beso entre Anna y Jake se grabó con naturalidad y convenció al público. Pese a ser la primera vez de Lohan en una escena romántica, no se percibieron rastros de tensión en pantalla. El episodio quedó como una anécdota entrañable del rodaje.
El legado de Un viernes de locos
Estrenada en 2003 y dirigida por Mark Waters, Un viernes de locos se ha convertido en un clásico del cine juvenil. La historia del intercambio de cuerpos entre madre e hija capturó la atención de varias generaciones y consolidó la carrera de Lindsay Lohan, mientras que reafirmó el prestigio de Jamie Lee Curtis como actriz versátil.

La película fue un éxito comercial y cultural, y su vigencia se mantiene gracias a su tono familiar, humor accesible y el carisma de su elenco. Historias como la compartida porMurray refuerzan el recuerdo de un rodaje marcado por la colaboración y el afecto entre sus protagonistas.
Tras más de dos décadas, la historia tendrá una continuación. La secuela de Un viernes de locos, con el regreso de Jamie Lee Curtis y Lindsay Lohan en sus papeles originales, se estrenará en cines el 8 de noviembre de 2025. La expectativa crece entre los seguidores del filme original, que esperan revivir el vínculo entre madre e hija en una nueva etapa de sus vidas.