La lista de cirugías represadas en el hospital Eugenio Espejo, el más importante de Quito, es un problema que refleja su delicada situación. Alrededor de800 pacientes se encuentran en la lista de espera de las diferentes especialidades que ofrece esta casa de salud.
Su gerente, Andrés Corral, reconoce que se trata de un inconveniente que el hospital arrastra desde 2023, pues desde ese año las intervenciones se han postergado por falta de insumos.
«En 2023 realizamos 8.400 cirugías, pero tenemos alrededor de 800 pacientes en lista de espera. De ellos, 300 son de cadera», detalla el funcionario.
Explica que la lista de espera aumenta con el paso de los meses, ya que hay ungran número de pacientes que requieren prótesis de cadera y de rodilla. El problema se profundiza por el alto costo de las prótesis y la poca capacidad de los proveedores para entregar los dispositivos.
«Hay problemas con la oferta de estos dispositivos. Los proveedores no suelen tener todos los tipos y medidas», insiste.
Según Corral, el hospital intentará reducir el número de pacientes que esperan una intervención, aunque las deudas con los proveedores hace creer que no será una tarea fácil.
Deuda de USD 10 millones
Al gerente Andrés Corral, le preocupa ladeuda que el hospital Eugenio Espejo mantiene con los prestadores externos. Sobre todo con los proveedores de prótesis.
«El Ministerio de Finanzas tiene que pagar cerca de USD 10 millones: USD 4,5 millones de 2023 y alrededor de USD 5 millones de 2024″, detalla.
Agrega que los atrasos han provocado que «los proveedores no tengan interésen presentarse a los procesos de contratación pública». A esto se suma que el presupuesto «se queda corto porque el hospital también recibe pacientes de otras provincias»
Para intentar solucionar este problema, Corral dice que las autoridades del hospital trabajan en propuesta para acelerar las compras de las prótesis.
«Vamos a presentarla al Servicio de Contratación Públicas porque hay limitaciones con la actual Ley de Contratación Pública», afirma.
Lenta respuesta
Han pasado 15 meses de que elresonador magnético del hospital Eugenio Espejo dejó de funcionar. El gerente Andrés Corral recuerda que la última vez que los pacientes pudieron realizarse un examen fue en febrero de 2023.
Pese a las gestiones que las autoridades han hecho para la reposición del equipo, la aseguradora todavía no lo ha entregado. «El resonador funcionará desde el 16 de junio y vamos a comprar uno nuevo», adelanta.
Sin embargo, reconoce que los dos prestadores externos con los que el hospital tiene convenios no responden de la mejor forma.
«Una resonancia de emergencia debería demorar 24 o 48 horas, pero responden en 72 horas», dice. Aunque en casos menos graves, la demora es mayor y puede llegar hasta las tres semanas.
Corral cree que el hospital podrá satisfacer la demanda de los pacientes cuando los dos resonadores empiecen a funcionar.