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Con quién gobernará el presidente Lasso?

Octubre en Ecuador y Chile, por ejemplo, y Colombia la semana pasada: las protestas por alzas (así sin matizar y sin analizar su pertinencia) muestran que el margen que tenían los gobiernos para imponer medidas se ha encogido como piel puesta a secar bajo el sol. No es un dato menor e indica, con particular agudeza que, más allá de los acuerdos o desacuerdos entre cúpulas partidistas, la ciudadanía es esencial entre los factores de gobernabilidad. Las pandemias han actuado como factor multiplicador de esta realidad. La sensibilidad está a flor de piel, las diferencias económicas, sociales y de acceso a la tecnología se han hecho más visibles y aquellos sectores que no tenían nada que perder se sienten más desprotegidos y marginados que nunca. El pacto social, por endeble que fuese, se ha resquebrajado; la convivencia social se ha desdibujado y el tejido social luce fracturado.

Este panorama reclama la acción de los políticos, pero en una nueva dimensión: están lidiando con sociedades desesperanzadas, desconfiadas, asqueadas por la corrupción, polarizadas y tan ensimismadas en sus angustias que han perdido la capacidad, o el interés, de imaginar el futuro. Ecuador hace parte de este lote de países y el nuevo gobierno no puede abstraerse de esta realidad. Muchos creen que las soluciones dependen del campo económico y, claro, pasan por ahí. Pero, curiosamente, este período de guerra (contra la pandemia sanitaria, económica, institucional, moral, emocional…) requiere, para ser superado, de una enorme inteligencia política.

Guillermo Lasso es consciente de estar ante un país con profundas heridas, que él tiene que acercar, unir y sanar. Llevarlo a verse como una comunidad impelida a salir junta de uno de los peores momentos de su historia. Lasso lo ha entendido examinando el universo de personas que votaron por él, cotejando las cifras reales y deprimentes del país que recibe y las pandemias que enfrenta. El nuevo presidente está habitado -lo dijo a 4P- por la convicción de que se ha sacado la madre para llegar a donde está, como para hacer un papelón. Y que quiere hacer una gran presidencia. ¿Tiene equipo político para asumir esa nueva dimensión de la política que implica hablar claro, explicar, entender los factores sociales, económicos, sicológicos y hasta culturales del momento que atraviesa la sociedad? No se ve. Y ese hueco es la mayor inquietud que ronda alrededor de su equipo.

Se sabe que Lasso quiere “revivir la sociedad civil”. Lo ha dicho. Pero cómo la convertirá, sin cooptarla como hizo el correísmo, en interlocutora al punto de contar con ella como un mecanismo clave para fortalecer la gobernabilidad? ¿Pondrá en jaque el presidente la vieja costumbre ecuatoriana de solo acordar entre las cúpulas y poner a la ciudadanía ante hechos cumplidos que los gobiernos, en buen número, son incapaces de explicar? O lo hacen recurriendo a montajes retóricos que la gente no traga.

¿Por qué Lasso ha recibido aplausos en redes sociales y por qué gente que no esperaba mayor cosa de él se ha dicho gratamente sorprendida? Porque el presidente electo ha explicado lo que quiere hacer, ha fijado públicamente compromisos a sus ministros, ha dicho sin recurrir al teleprónter sus convicciones, ha dicho para quién quiere gobernar, ha fijado líneas rojas a su acción. Ha construido, en suma, una camisa de fuerza y ha prometido ante los ciudadanos que todo eso estará consignado en un código de ética.

Lasso ha sido pedagógico. Y esa suma de convicciones y explicaciones lo pone en sintonía con una ciudadanía que espera liderazgo, cercanía, convicción, claridad, honestidad… Y todo sobre la mesa. Ese es el reto. Y para mantener esa sintonía tiene él -y su gobierno- que explicar y oír sin tregua, porque la ciudadanía es el factor esencial para tener gobernabilidad. Los procesos y las decisiones se dilatan un poco más, desubican y desesperan a los maniobreros, pero es la única forma de que el proceso democrático sea sostenible.

Foto: El telégrafo.

Este análisis se publicó anoche, 2 de Mayo, en el boletín dominical de 4P. Si desea recibirlo, suscríbase por favor gratuitamente aquí: GPS4P.

José Hernández

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