Los israelíes Oren Sheinman y Shy Dahan (quien se identificaba también como Tomer Sheinman), el uno herido y el otro fallecido en la Penitenciaría el pasado sábado, llevaban una vida con comodidades en un edificio del norte de Quito.
Alquilaban un departamento en el piso 14, supuestamente de propiedad de un futbolista ecuatoriano que militó en el extranjero. Era a mediados de marzo, cuando el país iniciaba su encierro por la pandemia del COVID-19.
«Ellos siempre se movilizaban en su BMW X5, tenían balizas como los que tienen los diplomáticos, andaban sin placas, escoltados por quienes decían ser escoltas del vicepresidente, que también vivía en el edificio donde yo tenía mi domicilio. .
Los escoltas les abrían paso, andaban por el carril de en medio, del metro…», dijo en su versión el ciudadano Bryan Alexis P. V. ante la agente fiscal de La Libertad (Santa Elena), Cecilia Peña.
En aquella declaración, dada el 6 de julio, el ciudadano ecuatoriano relató cómo conoció a los dos israelíes, apresados el 2 de junio con $300 000 en su poder y que en sus declaraciones dijeran que ese dinero lo recibieron de Jacobo Bucaram P., con quien negociaban insumos. Ellos portaban credenciales falsas de la DEA norteamericana.
Bryan Alexis detalló además cómo empezó su relación comercial y cómo posteriormente esta se transformó en una supuesta estafa, pues él les habría dado $443 000.
Tom, como el ecuatoriano lo llama a Shy Dahan, era quien dirigía los negocios. Primero ellos negociaron la venta de mascarillas, pero debía entregar dinero en efectivo y comercializar en un periodo específico de tiempo. Así tuvieron un inconveniente y Bryan debía dar $2000 por haber fallado.
Contó que al momento de ese pago vio que los escoltas, que primero dijo eran del vicepresidente de entonces (Otto Sonnenholzner), eran agentes de la Autoridad Municipal de Tránsito (AMT) de Quito. «Él se encontraba en su BMW X5 conjuntamente con cuatro motos de la Agencia Metropolitana de Tránsito y le llamó a un agente llamado Armijos para que me dé su número de cuenta y yo transferirle directamente la cantidad de $2000…», relató.
A lo largo de las investigaciones en el caso que involucra a los israelíes por asociación ilícita, se hallarían indicios de que los agentes supuestamente los acompañaban a la entrega de la mercadería. Ayer, en Quito se hicieron tres allanamientos y se había detenido a dos de ellos.